• Revista Nº 172
  • Por Rodrigo Rivero Strage y Catalina Soto

Dossier

Lo mínimo y lo disperso en la arqueología del desierto de Atacama

El hallazgo de vestigios cotidianos de vidas pasadas en los paisajes solitarios del norte de Chile constituyen una memoria única e irrepetible de pueblos anteriores a la llegada de Colón a América. A pesar de su silenciosa presencia, ellos tienen gran relevancia para el patrimonio cultural en el mundo; importancia tan valiosa como las de las obras monumentales de la cultura precolombina.

Cuando hablamos de arqueología, generalmente se piensa en patrimonios monumentales como las pirámides de Egipto, el Panteón de Atenas o Tenochtitlán o en ricas tumbas llenas de exquisitos objetos como los encontrados junto a Tutankamón, el señor de Sipán o la señora de Cao. Sin embargo, este imaginario es la resaca de una visión evolucionista de la historia y la cultura, bastante discutida y superada por propuestas teóricas que indican que el desarrollo de algunas tecnologías o la construcción de obras monumentales no implican, indefectiblemente, un progreso o algo mejor que lo previo.

El desierto de Atacama no es ajeno a estos imaginarios, incluso con una arqueología excepcional por el nivel de conservación de los materiales, se ha difundido la idea de que los grupos prehispánicos se concentraron en ciertos espacios (Arica y San Pedro de Atacama) y ocurrieron en un tiempo remoto, del que hoy no se conserva nada. Es decir, la lógica de la civilización perdida. Una parte de esta idea surge con la llegada de los españoles al desierto, un área ecológica incomprendida e impenetrable para ellos, por lo cual la describen y conceptualizan como un descampado, sin vida y despoblado. Pero saben más quienes nacen y viven en el desierto que lo añoran hasta la muerte, incluso en los dolores de la sociedad salitrera. Actualmente, las y los arqueólogos acompañamos esta añoranza, pues en el hallazgo de miles de objetos mínimos, camuflados y dispersos se configura una historia profunda como una epopeya en la que los pueblos caminantes son sus protagonistas.

Huellas en las piedras

Huellas en las piedras

Un evento de talla es una concentración acotada de desechos de talla en piedra. Miles de estos cubren extensas áreas en el desierto y son testimonio de las actividades de aprovisionamiento de materias primas líticas por parte de grupos prehispánicos. Fotografía gentileza Rodrigo Riveros.

EL IMAGINARIO DEL DESIERTO COMO UN VACÍO

Como ya ha sido señalado, el desierto de Atacama ha sido insistentemente conceptualizado como un espacio vacío, carente de recursos para la subsistencia y, por lo tanto, incapaz de albergar en forma permanente cualquier tipo de vida. Esta concepción se ha extendido a su pasado, al punto que pareciera que su historia recién se inicia a partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando es objeto de una sistemática ocupación por parte de la actividad minera y salitrera asociada a la expansión del capitalismo. Previo a este proceso, su pasado es comprendido como una consecuencia de los centros geopolíticos predominantes, cuya mención en las narrativas históricas solo se presenta en la medida que es necesario atravesarlo (no habitarlo), con las penalidades, reales e imaginarias que ello implica.

Ciertamente, esta noción no puede estar más equivocada. Centenares de evidencias arqueológicas repartidas a lo largo de todo este territorio dan cuenta de un complejo, profundo y rico panorama social y cultural, con diferentes historicidades para los diversos grupos que le habitaron en el pasado. La gran mayoría de estas evidencias, que pueden encontrarse en prácticamente todos los rincones del desierto, se caracterizan por no contar con un carácter monumental ni destacar por sus cualidades estéticas. Al contrario, se trata de restos de la vida cotidiana, cuyo valor reside en el carácter testimonial de las formas de existencia en este territorio y cuya comprensión puede ser alcanzada mediante su investigación arqueológica. Dicho valor testimonial aumenta en la medida que comprendemos que muchas veces se trata de los únicos vestigios de estos pueblos, conformando de esta manera un delicado reservorio de memoria que, contra toda probabilidad, sobrevivió hasta el día de hoy.

Para ilustrar las características de este patrimonio arqueológico, las narrativas históricas de las cuales da cuenta y las potencialidades que ofrece para la comprensión de las sociedades del pasado, nos referiremos a un conjunto de evidencias prehispánicas e históricas, de carácter mínimo pero ampliamente disperso, situadas en el desierto interior de la comuna de Taltal, en la región de Antofagasta. Elegimos esta localidad debido a que, por el momento, cuenta con pocos trabajos de investigación sistemática, a diferencia de lo que ocurre en otros espacios del desierto de Atacama, como la región tarapaqueña o las cuencas del río Loa o del salar de Atacama. En contraste, los levantamientos arqueológicos realizados en el marco de proyectos de infraestructura evaluados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental han develado un copioso cuerpo de datos, los cuales, si bien son de carácter principalmente descriptivo, son elocuentes de la riqueza patrimonial de este espacio, sobre todo en la medida que son leídos como conjunto.

Como base para este ejercicio, usamos la información de líneas de base patrimoniales publicadas en la página del Servicio de Evaluación Ambiental, la cual recopilamos, sistematizamos y analizamos. Es decir, trabajamos con información de carácter e interés público, disponible para toda la ciudadanía.

 

Cultura de Chinchorro. De acuerdo con la investigación de sus restos arqueológicos, este grupo de recolectores y cazadores marinos del desierto de Atacama tuvo especial cuidado en el tratamiento que recibían sus muertos, aplicando hábiles técnicas de momificación más de dos mil años antes que los egipcios. Esto fue reconocido por la Unesco, que en 2021 incluyó a los asentamientos y momificación artificial de la cultura chinchorro en la Lista de Patrimonio Mundial. Fotografía Universidad de Tarapacá.

TALTAL, UN EJEMPLO DE LA INTENSIDAD HUMANA EN EL DESIERTO

Como primer resultado hemos detectado la presencia de un total de 4.703 recursos arqueológicos. De estos, el 52,8% (2.484) corresponde a restos de asignación cronológica prehispánica; el 40,9% (1.924) tiene data posterior a la llegada de los españoles; un 6,2% (293), en tanto, es de data indeterminada, mientras que un 0,04% (2) presenta evidencias asignables a momentos prehispánicos e históricos.

Quisiéramos destacar dos tipos de evidencia que se pueden encontrar en este espacio. La primera se refiere a los restos relacionados con el aprovisionamiento de materias primas líticas por parte de grupos precolombinos y que corresponde al 52,6% (2.484) de la muestra. Estas evidencias consisten en concentraciones acotadas de restos líticos, los cuales se encuentran ampliamente dispersos en el territorio desértico, abarcando extensas superficies de terreno, que en algunos casos pueden alcanzar el centenar de kilómetros cuadrados. Aunque a primera vista pueden parecer homogéneas y redundantes, su estudio ofrece la posibilidad de visibilizar a grupos culturales de diferentes momentos y orígenes, con distintas estrategias tecnológicas para aprovisionarse y trabajar el material lítico. Asimismo, son evidencia de un profundo conocimiento del territorio desértico, así como la ubicación y calidad de sus recursos, conformando de esta manera un entramado de rutas que permitió su conectividad y, por lo tanto, su habitabilidad.

Un 10,9% (512) de la muestra se encuentra conformada por los restos de caminos carreteros y senderos troperos, los cuales presentan asociados restos mínimos como latas de conserva, botellas de vidrio, osamentas de animales y herraduras, por nombrar algunos. Estos rasgos viales, que fueron transitados por recuas de mulas y carretas, permitieron la exploración, ocupación y explotación de los recursos mineros y salitreros de esta región a partir de la primera mitad del siglo XIX. No fueron un producto espontáneo del tránsito, sino que, al contrario, fueron diseñados y construidos por empresas dedicadas al rubro de transporte, bajo una lógica que buscaba disminuir los costos de traslado y, con ello, asegurar la rentabilidad de las operaciones mineras y salitreras que conectaban.

El estudio de la distribución espacial y vigencia cronológica de estos sistemas viales permite comprender la estructura en la ocupación de este territorio en el contexto de la expansión capitalista y cómo, en un lapso de tiempo que no supera los 70 años, presentó diferentes configuraciones. Estas se manifestaron en el surgimiento y abandono de populosos centros poblados, como Cachinal de La Sierra o Refresco, por citar algunos casos, lo cual requirió la permanente reorganización de los sistemas viales que lo conectaban.

Pictograbados de Taira

Pictograbados de Taira

Ubicados en Taira, en la región de Antofagasta, este constituye uno de los más afamados estilos de arte rupestre. Sus imágenes se encuentran en otros 11 sitios del valle, pero abundan también en las quebradas de la región. Las figuras fueron hechas mediante pintura, grabado o una combinación de ambas técnicas, denominada pictograbado. Fotografía Archivo del Consejo de Monumentos Nacionales.

EVIDENCIAS PARA PENSAR EN EL PASADO Y EL FUTURO DEL DESIERTO

La revisión y caracterización presentada no es de carácter exhaustivo, ni pretende de ninguna forma serlo. Intencionalmente dejamos fuera otras manifestaciones arqueológicas de carácter monumental, como las ruinas de los establecimientos salitreros; o aquellas que destacan por sus cualidades estéticas, como las expresiones de arte rupestre del estilo del Médano. Nuestra intención al presentar este conjunto de evidencias arqueológicas es dar cuenta de una cara menos conocida sobre el pasado material del desierto de Atacama, el inmenso patrimonio arqueológico que alberga y el potencial que ofrece para la comprensión de las diferentes sociedades que lo habitaron.

En este contexto, creemos que el dar cuenta de las manifestaciones arqueológicas de esta localidad permite visibilizar sus particulares desarrollos sociales y económicos, situación que, al hacerla extensiva a otras regiones, ayuda a comprender y valorizar las historicidades locales. Con lo anterior, esperamos aportar en la caracterización de la variabilidad cultural de nuestro país en el contexto latinoamericano, cuyo pasado precolombino solo se valoriza en la medida que comprende manifestaciones monumentales o de evidente valor estético como las de las sociedades azteca, maya o inca, con una consecuente invisibilización de otras expresiones, mucho más abundantes, pero menos deslumbrantes. Visto desde esta perspectiva, el estudio arqueológico de estas evidencias, en apariencia mínimas, da cuenta de la riqueza de los pueblos que habitaron este territorio en momentos precolombinos e históricos, y cuya continuidad se manifiesta hasta hoy en diferentes formas.

 

Calendario Maya. Los mayas no tenían un solo calendario para usar, pero caracterizaban la fecha basándose en diferentes tipos que diseñaron. Se centraron principalmente en el Tzolkin, donde un año equivale a 260 días.

PARA LEER MÁS

  • Ballester, B. y Crisóstomo, M. (2017). “Percutores líticos de la pampa del Desierto de Atacama (Norte de Chile): tecnología, huellas de uso, decoración y talladores”. Chungará, 49 (2), pp. 175-192.
  • Blanco, J.; De La Maza, M. y Rees, Ch. (2010). “Cazadores recolectores costeros y el aprovisionamiento de recursos líticos. Perspectivas interpretativas de los eventos de talla en el desierto absoluto”. Revista Werkén, pp. 13, pp. 45-68.
  • Blanco, J. (2017). Introducción al mundo lítico y mineral de los cementerios de túmulos en la costa de Antofagasta. En Monumentos funerarios de la costa del desierto de Atacama. F. Gallardo, B. Ballester y N. Fuenzalida, eds. Pp.: 81-93. Serie monográfica de la Sociedad Chilena de Arqueología, Andros Impresores.
  • Darapsky, L. (2012). El Departamento de Taltal (Chile): la morfología del terreno y sus riquezas. Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile.
  • Muñoz, S. (1894). Geografía descriptiva de las provincias de Atacama y Antofagasta. Imprenta Gutenberg, Santiago.
  • Peralta, P.; González, C.; Westfall, C. y Santander, G. (2010). “Primeras aproximaciones sobre la arqueología de Pampa Austral: explotación y tecnología lítica al interior de la región de Atacama (Chile)”. En Actas del XVII Congreso Nacional de Arqueología, Valdivia. Tomo I, pp. 297-305.
  • Philippi, R. (2008 [1856]). “Viaje al desierto de Atacama”. Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile.
  • San Román, F. (2012 [1896]). “Desierto y cordilleras de Atacama”. Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile.