
Pinacotecas: custodios del patrimonio pictórico de Chile
Salvaguardar los tesoros de la pintura es una tarea estratégica y multidisciplinaria que requiere esfuerzos coordinados entre el Estado, las instituciones culturales, los artistas, los académicos y la ciudadanía. Entre los eslabones de esta cadena, las pinacotecas cumplen un rol fundamental: representan un compromiso con la memoria e identidad de Chile.
Las pinacotecas son instituciones culturales fundamentales. Su importancia se puede analizar desde varias perspectivas. Son relevantes para la conservación del patrimonio artístico, ya que preservan y protegen obras de arte de valor histórico, cultural y estético. Sin estas entidades, muchas obras podrían deteriorarse, perderse o destruirse con el tiempo. A lo anterior se suma la entrega de un espacio que es capaz de albergar a los artistas actuales, dándoles visibilidad y legitimidad.
En términos de difusión del conocimiento, actúan como centros educativos, permitiendo que el público general y los especialistas accedan al arte y aprendan sobre diferentes movimientos, estilos, épocas y artistas. A menudo, incluyen material didáctico, visitas guiadas y programas educativos. Además, reflejan la historia y los valores de una sociedad y ayudan a construir una identidad cultural colectiva, mostrando el legado artístico de una nación o región y su evolución a través del tiempo.
(Las pinacotecas) son relevantes para la conservación del patrimonio artístico, ya que preservan y protegen obras de arte de valor histórico, cultural y estético. Sin estas entidades, muchas obras podrían deteriorarse, perderse o destruirse con el tiempo.
Un coleccionista atípico
El tránsito que ha operado históricamente entre colecciones privadas y públicas responde a diversos factores. Con el propósito de evitar la fragmentación de grandes colecciones, las sucesiones deciden darle un destino común, donándolas a instituciones que garanticen su conservación y exhibición.
Otros coleccionistas, conscientes del valor de las obras que han podido reunir, gestionan en vida su entrega, como ocurrió con Julio Vásquez Cortés y la Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Descrito como un “coleccionista atípico” por el historiador del arte Pedro Emilio Zamorano, Julio Vásquez Cortés fue un calígrafo del Ministerio de Relaciones Exteriores que reunió más de 500 obras, principalmente de la llamada Generación de 1913. Casado con Rosa Plaza, hermana del pintor Exequiel Plaza, Vásquez Cortés mantuvo una relación muy cercana con todos los artistas de ese grupo.
“Siempre he considerado que este es un tesoro que no me pertenece a mí, sino a todos los chilenos. El que yo accidentalmente en una época haya sido el que las reunió no significa que me pertenezcan. Tampoco es conveniente que las siga teniendo en mi casa (que siempre ha estado abierta a los interesados en verla), pues se corre el riesgo de que en cualquier accidente fortuito pudiera destruirla”, dijo el coleccionista Julio Vásquez Cortés.

Gran valor patrimonial
La Pinacoteca de la Universidad de Concepción se ha convertido en una de las principales colecciones pictóricas del país. En las imágenes, algunas obras que forman parte de la colección.
“Yo siempre he considerado que este es un tesoro que no me pertenece a mí, sino que a todos los chilenos. El que yo accidentalmente en una época haya sido el que las reunió no significa que me pertenezcan. Tampoco es conveniente que las siga teniendo en mi casa (que siempre ha estado abierta a los interesados en verla), pues se corre el riesgo de que en cualquier accidente fortuito pudiera destruirla”, dijo el coleccionista.
Por esa razón, resolvió ceder su colección a la Universidad de Concepción, a cambio de una pensión vitalicia, lo que se concretó oficialmente el 16 de enero de 1958, a instancias del rector David Stitchkin. La Pinacoteca de la Universidad de Concepción adquirió así una dimensión significativa, convirtiéndose en una de las principales colecciones pictóricas del país. “La cesión a la universidad de la pinacoteca de don Julio Vásquez Cortés es un acontecimiento de incalculables proyecciones. No existe en el Museo Nacional de Bellas Artes, ni en ninguna colección particular, un conjunto más numeroso, más rico y vertebrado de un grupo de pintores afines por la contemporaneidad, y que realizaron sus obras respectivas movidos por un mismo sentimiento bajo circunstancias comunes”, declaró el crítico Antonio Romera a El Mercurio, en 1959.
La programación de la Sala Pinacoteca UC busca relevar la obra de pintores chilenos a partir de exposiciones retrospectivas y colectivas, reuniendo pinturas provenientes principalmente de colecciones privadas.
EL VALOR DEL COLECCIONISMO PRIVADO
Tomando como referencia la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, y en el marco de la intensa promoción cultural y la preservación del patrimonio que ha emprendido la Pontificia Universidad Católica de Chile durante los últimos años, la dirección de Patrimonio Cultural ha impulsado la creación de la Pinacoteca UC, cuyo objetivo es enriquecer el ecosistema de las artes visuales chilenas mediante el desarrollo de una colección que dé cuenta de la tradición pictórica del país, con un enfoque pedagógico dirigido tanto a la comunidad educativa como al público en general. Complementando la colección Gandarillas de arte colonial y el acervo del MAVI UC, de arte contemporáneo, la Pinacoteca UC concentra su atención en las obras de pintores chilenos entre los años 1820 y 1970. En la actualidad, cuenta con un depósito en Campus Oriente y una sala de exposiciones temporales en el Centro de Extensión Alameda.
La programación de la Sala Pinacoteca UC busca relevar la obra de pintores chilenos a partir de exposiciones retrospectivas y colectivas, reuniendo pinturas provenientes principalmente de colecciones privadas. La muestra inaugural de la sala fue Juan Francisco González, pintor al aire libre, que contó con la colaboración de 17 coleccionistas privados. La segunda exhibición, Testimonio del yo, retratos y escenas de género en la pintura chilena de los siglos XIX y XX, congregó 42 obras de más de 35 autores de la colección de Alberto Gatica.
El tiempo que se escapa. Lo contemporáneo en la obra de Ana Cortés Jullian (1895-1998) fue la primera exposición del año 2025, con una selección de obras provenientes en su mayoría de los familiares de la artista, junto a algunas pinturas de colecciones públicas, como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, la Universidad de Talca y la Corporación Cultural de Las Condes. Este vínculo de colaboración responde a la necesidad de poner en valor el rol del coleccionismo privado en la conservación y difusión del patrimonio pictórico chileno.
Revista Atenea: testigo de un siglo
Para fortalecer y perpetuar los vínculos con la Universidad de Concepción, la Pinacoteca UC recibirá ahora la exposición Revista Atenea: 100 años de difusión del conocimiento y de las artes, de la Universidad de Concepción.
En abril de 1924 apareció el primer número de Atenea. Revista mensual de Ciencias, Letras y Bellas Artes, publicada por la Universidad de Concepción, que había sido fundada cinco años atrás, en mayo de 1919. Se trataba de una revista de carácter general, “amplia y tolerante”, presidida por el rector Enrique Molina, y que tenía como editor y gerente general a Carlos Jorge Nascimento, con seguridad el editor más importante en Chile durante el siglo XX.
“Esta revista, como la Universidad que la sostiene, tratará de servir los intereses de la cultura en todas sus dimensiones. Desde los fundamentales de la industria y de la producción material, hasta los superiores del espíritu y de los valores morales. Desde los de la región, hasta los de la patria toda. Será en este sentido nacionalista; pero no de un nacionalismo estrecho, sino entendido: primero, como amor al suelo del país y a sus pobladores, considerados en cuanto núcleos de fuerzas en potencia, capaces de inmenso desarrollo, y segundo, como amor a la nación en cuanto unidad de vigor dentro de la solidaridad de la raza y de la humanidad” (Atenea, año 1, nº 1, abril de 1924, p. 3.).
Transcurridos 100 años desde la publicación de ese primer número, Atenea se ha consolidado como una de las revistas académicas más prestigiosas de Latinoamérica, “un fondo que custodia y pone a disposición de la comunidad global un corpus de creaciones y saberes… que aportan a los debates contemporáneos en Chile, Latinoamérica y el mundo” (Quiroga, S.; Atenea, 2024).
Para conmemorar su centenario, la Universidad de Concepción realizó la exposición Revista Atenea: 100 años de difusión del conocimiento y de las artes, en la sala Tole Peralta de la Pinacoteca de la Universidad, donde se reunieron una selección de portadas de la revista, que reflejan la evolución estética y temática que ha experimentado durante los años, 100 artículos destacados y un conjunto de 30 pinturas de la colección de la Pinacoteca. “Quisimos hacer un diálogo entre arte y Atenea. Tanto la Pinacoteca como la revista custodian un acervo valioso; nosotros custodiamos obras de arte, mientras que Atenea ha guardado más de ocho mil escritos en sus 100 años. Esta exposición permite que ambos patrimonios se encuentren“, afirmó Samuel Quiroga, curador de la Pinacoteca.
Es ese mismo diálogo que quisieron establecer entre la colección de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción y la Revista Atenea, coherente con la orientación interdisciplinaria que ha tenido la revista desde sus orígenes, el que motivó la itinerancia de la exposición a la Sala Pinacoteca UC, del Centro de Extensión Alameda.

Portada del primer número de la revista Atenea, fechada en abril de 2024.
Para leer más
• Zamorano, P. (2024). Historias de arte en Chile 1850-1950. Santiago: Origo Ediciones, 2024.
• Revista Atenea, año 1, nº 1, abril de 1924, p. 3.
• Quiroga, S. (2024). “Texto curatorial”. Revista Atenea: 100 años de difusión del conocimiento y de las artes. Concepción: Pinacoteca Universidad de Concepción.