• Revista Nº 170
  • Por Mónica Molina

Dossier

Las cifras del acoso sexual en las calles: peligro permanente

A partir de las investigaciones revisadas la imagen es consistente: 9 de cada 10 mujeres han sido acosadas en las calles al menos una vez en su vida. Esto no ocurre en la oscuridad ni en lugares apartados, sino a plena luz del día y entre la multitud. Pero, además, los números nos entregan conclusiones contundentes: que este es un tema de género, porque afecta mayoritariamente a las mujeres; y que el fenómeno todavía no es reconocido como tal por la mayoría de la población ya que, a pesar de la legislación vigente, existe una baja denuncia y sanción del delito.

El acoso sexual callejero (ASC) es una experiencia presente en la memoria de muchas generaciones de mujeres chilenas y, debido a que las primeras experiencias de acoso se dan en la adolescencia, este pareciera constituir un lamentable rito de iniciación en el uso del espacio público para niñas y adolescentes.

Aunque la creencia popular lo ha concebido como un fenómeno propio de la idiosincrasia chilena, a través del famoso “piropo”, sabemos que ocurre también a nivel mundial por lo que, si bien tiene sus particularidades de acuerdo con cada contexto, muchos elementos (y cifras) son compartidas.

Pese a su extensión y transversalidad, es recién en la última década que este fenómeno ha comenzado a ser retratado a través de cifras. Es así como podemos rastrear una primera encuesta realizada por el entonces Sernam, el año 2012, y la primera desarrollada por una organización de la sociedad civil, la del Observatorio contra el Acoso Callejero (OCAC), en el año 2014. También, vale destacar el surgimiento de esta entidad el año 2013 ya que, por su mismo nombre, cumplió un importante rol como una organización que toma posición ante una violencia comúnmente justificada y naturalizada.

A partir de estos indicadores, y considerando otras investigaciones a nivel nacional e internacional, la imagen es consistente: 9 de cada 10 mujeres ha sufrido ASC al menos una vez en su vida; las expresiones más frecuentes son los silbidos y otros sonidos, y miradas lascivas con porcentajes cercanos al 90% o más; no ocurren en la oscuridad ni en lugares apartados, sino a plena luz del día y entre la multitud. Las emociones más experimentadas por las víctimas son la rabia o el enojo, con porcentajes habitualmente sobre el 50%, seguido por el miedo, así como también se reportan vivencias de repulsión, impotencia y vergüenza.

Fuente: “Radiografía del acoso sexual en Chile: Primera encuesta nacional sobre acoso sexual callejero, laboral, en contexto educativo y ciberacoso”, OCAC, junio de 2020.

MUJERES: LAS MÁS AFECTADAs

Ante lo alarmante de las cifras, y cuando se trabaja en la visibilización del fenómeno, es común escuchar comentarios que intentan con ello deslegitimar el combate contra esta violencia. Uno de estos es “a los hombres igual les pasa”. Y sí, tienen razón. Efectivamente esta forma de violencia de género afecta a hombres y mujeres, de todas las edades (OCAC, 2020). Pero su transversalidad en ningún caso desmiente el peso del género en la forma en que se da el fenómeno, ya que los números a nivel nacional e internacional indican de manera consistente que las más afectadas siempre son las mujeres jóvenes.

Pero dicha consigna es aún peor: tanto a nivel nacional como internacional, la mayoría de las mujeres sufren su primera experiencia de acoso callejero cuando son menores de edad: en el mundo, un 84% (Hollaback! & Cornell University, 2015); y en Chile, más del 65% (OCAC, 2020).

 

Fuente: “Estudio sobre experiencias de violencia sexual en medios de transporte y espacios públicos en Chile”, OCAC, febrero de 2021.

 

Esto sin duda marca la forma en que las niñas comienzan a participar de lo público, siendo una experiencia que va cercenando la igualdad de derechos. Así, no se trata de un sufrimiento psíquico individual (que por cierto ocurre y no hay que menospreciarlo), sino que conlleva también una serie de efectos que atañen a dicho grupo y que menoscaban su inscripción en lo social: El acoso callejero restringe la libertad de movimiento, dificulta el acceso a bienes y servicios esenciales, limita la capacidad de participar en la vida pública y el ejercicio de los derechos.

 

Fuente: “Estudio sobre experiencias de violencia sexual en medios de transporte y espacios públicos en Chile”, OCAC, febrero de 2021.

 

Relaciones jerárquicas

Pero el ACS tampoco se trata de un fenómeno anecdótico o aislado. Se inscribe en un continuo de violencia sexual que se da en distintos espacios y momentos del ciclo vital. Con tal de representar esto, OCAC Chile realizó una encuesta donde esperaba reflejar esto levantando información sobre los tipos de acoso sexual más reportados: A través de internet, laboral, en espacios educativos y callejero. Los resultados llevan también una marca de género: cuando se separa entre hombres y mujeres la cantidad de formas de acoso sexual vividos a lo largo de la vida, observamos que para los hombres el 74% no había sufrido ningún tipo, mientras que más del 60% de las mujeres había sido víctima de uno o más tipos de acoso (OCAC, 2020).

 

Fuente: “Estudio sobre experiencias de violencia sexual en medios de transporte y espacios públicos en Chile”, OCAC, febrero de 2021.

 

Que el ASC sea un problema de género también se observa, por ejemplo, cuando se indaga en el sexo de las víctimas y de los agresores: si la víctima ha sido una mujer, en más del 90% de los casos el agresor es un hombre o un grupo de hombres. Asimismo, cuando los hombres han sido víctimas de acoso callejero, en la mitad o más de los casos son agredidos por otros hombres. En ese sentido, más que un problema entre hombres y mujeres, este fenómeno refleja nuestras construcciones de género, de lo femenino y de la masculinidad. Tal como menciona Pierre Bourdieu, lejos de representar una supuesta complementariedad entre los sexos, muestra relaciones desiguales y jerárquicas.

Finalmente, uno de los grandes desafíos que enfrenta la erradicación de esta forma de violencia es el problema del reconocimiento. Si bien en términos discursivos un 74% de las personas pueden identificar el acoso callejero como violencia (Injuv, 2016), y ya desde el 2015 sobre el 90% de chilenos y chilenas estaban dispuestos y dispuestas a sancionar toda forma de acoso callejero (OCAC, 2015), cuando se trata de reconocer una vivencia concreta de acoso sexual en el espacio público, solo el 36% declaraba afirmativamente. Y al preguntar por la descripción de situaciones de acoso, el 72,6% respondía sobre ellas (OCAC, 2020). Aquella brecha se hacía menor en las mujeres jóvenes (18 a 26 años) –del 96% de las jóvenes que habían vivido una forma de acoso callejero, el 70,6% sabía lo que había vivido–. A su vez, la mayor brecha entre ocurrencia y reconocimiento de acoso callejero se daba en los hombres jóvenes: del 69,2% que lo había experimentado, solo el 19% identificaba dicha situación como acoso callejero.

 

Fuente: “Estudio sobre experiencias de violencia sexual en medios de transporte y espacios públicos en Chile”, OCAC, febrero de 2021.

 

En síntesis, el esfuerzo investigativo ha permitido dar cuenta de manera “objetiva” de una forma de violencia comúnmente desestimada. Sin embargo, aunque se valoran estos primeros avances, las cifras no dejan de reflejar la necesidad de un trabajo que permee las subjetividades, con tal de avanzar en la concientización y erradicación del acoso callejero.

 

Fuente: “Estudio sobre experiencias de violencia sexual en medios de transporte y espacios públicos en Chile”, OCAC, febrero de 2021.

PARA LEER MÁS

  • Bourdieu, P. La dominación masculina. Barcelona: Anagrama, 2000.
  • Hollaback! & Cornell University. “Street Harassment: the largest international cross-cultural study”, 2015.
  • INJUV. “Sondeo acoso sexual callejero”, 2016.
  • OCAC. “¿Está Chile dispuesto a sancionar el acoso callejero? Estudio de caracterización y opinión sobre el acoso sexual callejero y sus posibles sanciones”, 2015.
  • OCAC. “Radiografía del acoso sexual en Chile: primera encuesta nacional sobre acoso sexual callejero, laboral, en contexto educativo y ciberacoso”, 2020.
  • ONU Mujeres. “Análisis comparativo internacional de la legislación contra el acoso sexual en espacios públicos”, mayo de 2019.
  • “Estudio sobre experiencias de violencia sexual en medios de transporte y espacios públicos en Chile”, OCAC, febrero de 2021.