punta de una pluma para escribir
  • Revista Nº 160
  • Por Carla Fuenzalida

Dossier

Millennials en tiempo de “vacas flacas”

Por años, los gerentes que pertenecemos a la llamada generación “X” miramos con suspicacia a los millennials. Con cierta admiración también, por la libertad para dejar un trabajo rápidamente si algo no les gustaba, la capacidad de trabajar desde cualquier lugar con solo un notebook, la mirada más colaborativa del mundo laboral.

Nos molestaba la importancia que le daban a la ubicación física de la empresa –como razón para desechar una alternativa– y de alguna manera mirábamos con cierta envidia los años sabáticos en lugares remotos, que para el 99% de nosotros seguían siendo un imposible.

Seguramente, y de acuerdo a muchos artículos, este estilo más flexible los ha preparado para sortear mejor la actual crisis, y el mundo postpandemia estará más alineado con esta generación que con las anteriores. Los negocios se acelerarán hacia la transformación digital de la que llevamos tantos años hablando, lo que hará que los millennials estén más cómodos que nunca trabajando desde su casa, con la tecnología que siempre han manejado y sobre todo con foco en objetivos (no con horarios).

Según Daniel Goleman, quien publicó el libro Inteligencia Emocional hace 25 años, dando una nueva mirada al éxito laboral y sus causas, las tres habilidades más poderosas en el mundo actual son: la orientación al logro, la empatía y la influencia. Sería difícil poder definir qué generación tiene cuál característica predominante, pero considerando que quienes forman parte de este grupo etario han viajado por el mundo (financiando de alguna manera un año de ocio) y han conocido nuevos idiomas y culturas, se podría pensar que son orientados al logro y más flexibles que sus antecesores.

Respecto de la influencia y la conexión, el uso de las redes sociales para estar conectados y como canal de comunicación personal y de negocios es parte de su naturaleza y hoy, más que nunca, eso tiene un valor. Tengo una opinión como persona, pero si trabajo en una empresa que va contra eso o compro un producto que no está alineado con lo que comunico que valoro, existe una incongruencia en mi imagen.

Ahora bien, es importante considerar que la generación “Y” ha nacido y crecido en un entorno económico muy favorable. Por lo tanto, es interesante preguntarse cómo enfrentarán y vivirán esa coherencia en tiempos de “vacas flacas”. En un contexto más difícil, con menos empleo, empresas cerrando, con menos alternativas laborales, ¿se podrá seguir siendo tan exigente?

Quizás, el camino del emprendimiento sea una buena alternativa para muchos al no encontrar un espacio que les acomode y con el cual tengan una mayor sintonía. Pero no dejemos de considerar que los negocios emergentes son algunos de los que más sufren los impactos de una economía como la que estamos enfrentando.

En una época de cambios, los millennials van a representar más del 50% de la fuerza de trabajo antes del 2025. ¿Serán capaces de desarrollar otras competencias con las que salir airosos de estos desafíos?

¿Hacia dónde debiera evolucionar la conceptualización del mundo laboral desde su mirada generacional? Los momentos difíciles, las crisis, implican desafíos que nos invitan a evolucionar a una velocidad bastante más acelerada que lo programado. Un escenario complejo como el que estamos viviendo requiere un cambio y, sin lugar a dudas, enfrentar algunas pérdidas.