• Revista Nº 157
  • Por Paulina Valenzuela Gerlach

Dossier

Seres humanos: cómo sentir al otro

Provocar reflexiones acerca de quienes parecen vivir realidades lejanas o del otro como un cuerpo violentado por fenómenos y estructuras sociales, es parte de las propuestas de Valentina Serrati y Cristóbal Cea. Ellos son artistas visuales, profesores de la Escuela de Arte de la UC, trabajan con la tecnología y a través de los sentidos buscan motivar un pensamiento crítico sobre el ser humano y su vida en sociedad. Ambos fueron entrevistados en este artículo, en el que detallan parte de sus obras.


Mover tierras y parar soles Cristóbal Cea (38), artista, profesor de la Facultad de Artes de la UC.

Con nuestras creaciones los artistas hacemos sensible algo, no tanto para que esto sea entendido, sino para ser sentido y compartido por un otro. Busco otras formas de mirar. Creo que el arte tiene que ver con un horizonte civilizatorio: el actual, que describe a las personas como un número o como problema económico, evidentemente, no funciona. Una frase sobre Copérnico que me encontré en un memorial decía: “detuvo el sol y movió la tierra”.  Es necesario mover tierras y parar soles, encontrar otras formas de ver y de describir al ser humano, abrazando con entusiasmo nuevas definiciones de sujeto y el dibujo de la sociedad que vendrá.

Tengo un grupo de investigación que se llama “Arte, software e ideología”. Este parte de la hipótesis de que el software tiene un componente ideológico, el cual es transparente: como la atmósfera, que pesa toneladas, pero que no sientes.

 

“FANTASMAS DE CONCORDIA”, 2016. Ejercicio para generar un contexto que permita pensar en el otro. Animación 3D.

 

Mediante este trabajo busco otras formas de conocernos. Los medios digitales son herramientas que permiten encarnar y hacer sensibles ideas. ¿Cuáles son los efectos de las nuevas tecnologías en los fenómenos que están ocurriendo hoy? No es diferente de lo que pasó con la tecnología de la imprenta: su consecuencia real no provino de la existencia de muchos libros, sino de la posibilidad de leer en silencio, lo cual articuló procesos como la reforma luterana.

No trabajo obras, sino problemas. Por ejemplo, el sesgo de los medios. Lo violento de la tecnología de la imagen televisada es que crea una barrera entre el espectador y quien está viviendo la situación que se muestra como una noticia. Lleva a creer que hay una distancia segura entre tú y esa persona, cuando en realidad no la hay. Me propuse quitar ese sesgo, sacar información, reconstruir escenas, mirar a la persona que está ahí y preguntarme qué ocurrió. Para esto de alguna forma me alié con los computadores. En conjunto con estos extraigo información de movimiento sobre cómo fue grabada una escena, en qué condiciones, en qué espacio. Una de las primeras noticias que trabajé fue la base del video “Fantasmas de Concordia”, sobre las inundaciones de Concordia, Argentina, en diciembre de 2015. A los protagonistas anónimos les hice una “rotoscopía” tridimensional (dibujo sobre una imagen real), para entender cómo se movían. Me pareció que el carácter irresoluto de sus problemas y su presencia global en medios los convertía en fantasmas mediales. El ejercicio, que desembocó en varios montajes, buscaba acortar la distancia entre uno como espectador y el testigo devenido en “videógrafo”. Nunca voy a poder experimentar lo que esa persona vivió, pero creo que, dentro de las evidentes limitaciones de la distancia, es importante intentarlo.

 

“FANTASMAS DE CONCORDIA”, 2016. Invención de una estrategia para crear el hábito de ver. Animación Site Specific.

 

Me interesa qué descripción de la realidad hacemos con la tecnología. Estoy tratando de transparentar cómo funciona para lograr una mejor definición de lo que es el mundo. Nombrar algo tiene una enorme fuerza y hay realidades que resultan difíciles de describir sin la tecnología actual: el cambio climático, por ejemplo, se volvió más tangible cuando las redes globales de medios e investigación permitieron describir una realidad planetaria. Lo mismo ocurrió con el estallido social en Chile, que varios presenciaron en primera fila desde sus redes sociales, protestando sin ir a una marcha.

Hay ciertos modos de comunicación que no son susceptibles de convertirse en lenguaje simbólico, como el tacto, que es una expresión afectiva. Los teléfonos inteligentes carecen de esta modalidad, son hijos de la visualidad”.

 

“LOS TESTIGOS”, 2017. Un intento de transparentar cómo funciona la tecnología. Performance y video.


“El arte es igual a la vida” Valentina Serrati (42), artista, profesora de la Facultad de Artes UC.

Mi interés siempre ha sido la relación del cuerpo con el actuar a nivel social, político y económico. No trato de decir que algo es bueno o malo, sino que busco provocar y ofrecer al público un paraguas de opciones y teorías alternativas para que él tome la decisión o desarrolle un pensamiento crítico acerca del tema.

Por las experiencias que está viviendo nuestro país, los cursos que dicto en la universidad los cambié hacia la noción de medios tácticos, que es una larga tradición de arte, activismo y tecnología, presente desde los años 80 en Estados Unidos, Europa y, en algunos casos, también en Latinoamérica. En ella la tecnología actúa como un mediador para la transmisión de ciertas imágenes a través del registro de fotografías documentales, y también sirve como mediador para la creación de nuevos pensamientos en torno a problemas que estamos enfrentando. Hoy muchos artistas están usando la tecnología para expresarse de forma constructiva. Por ejemplo, está el colectivo Delight Lab, un grupo de artistas que proyectó sobre el Edificio de Telefónica una pregunta sobre inquietudes de orden social; específicamente sobre el cambio de la Constitución.

 

“A DARK ROOM BODY”. Puesta en escena de la interacción entre el cuerpo natural y un avatar autónomo. Video performance Interactiva. XIII Bienal de Artes Mediales, MNBA.

 

Desde mi pequeño lugar con los alumnos y la comunidad estudiantil intento reflexionar en torno al lugar que ocupamos con el cuerpo. Un cuerpo que está al centro de las estructuras de poder. Las AFP, los sistemas de salud o educación se sostienen porque hay cuerpos que pagamos los seguros, que realizamos imposiciones, pero también son cuerpos que pueden proponer algo nuevo.

Mi inquietud va por el lado de los derechos de todos los cuerpos, sin tomar postura de derecha o de izquierda, arriba o abajo. Ver cómo ese cuerpo es violentado por los saqueos e incendios, o por las fuerzas de poder. Frente al Museo de Bellas Artes hice una performance en la que usé tecnologías análogas, como las cuerdas para colgarme en un espacio público. Fue un trabajo de site specific, de un sitio específico, en el que había graffitis, textos interesantes que aportan como guión a las imágenes. Esa performance tuvo que ver con el shibari, un arte japonés, una práctica muy antigua que en un principio se aplicaba a los prisioneros y que después se convirtió en una forma de liberarse de las ataduras.

 

“MÍO, TUYO”. Se enfoca en la vinculación de los territorios de un “uno” y de un “otro”.

 

El arte es igual a la vida. Otro trabajo relacionado con la tecnología lo desarrollé cuando cursé mi magíster en la Universidad de Goldsmiths, Inglaterra. Esta brinda herramientas de pensamiento crítico y no necesariamente una postura. Yo estaba embarazada cuando se aprobó la edición del ADN, es decir, el diseño de seres humanos, usando tecnología. Es un desarrollo que permite que, por ejemplo, niños nazcan sin enfermedades que podrían haber heredado de sus padres; pero, al mismo tiempo, plantea un problema ético. En ese contexto realicé arte generativo, en el que se le dan instrucciones al computador para que se produzcan imágenes artísticas en forma autónoma y sin intervención. Esto lo comparé con la biotecnología en la que se dan ciertas instrucciones sobre diseño biológico y la naturaleza desarrolla un nuevo organismo. En una performance trabajé con una cámara que tomaba datos de mi cuerpo, de mis movimientos y los traducía en un código. Se generó así un avatar que era mi copia. Hice una puesta en escena que visibilizaba la relación entre mi avatar artificial y mi cuerpo natural. Un glitch o error de tecnología hizo que el avatar tuviera un comportamiento autónomo. Eso ilustró la teoría de que la tecnología puede tener una forma de comportarse que nosotros los humanos podríamos no controlar completamente”.