Volver al colegio
La presencia de cada estudiante en una sala de clases es un triunfo. Para lograrlo, Fundación Súmate propone con su Sistema de Recuperación de Trayectorias Educativas que la formación sea integral, y que considere la existencia de contextos de vulneración de derechos como el consumo de drogas, la falta de apoyo familiar u otros acontecimientos, que necesitan flexibilidad y un apresto educativo mayor para la reinserción.
Marginalidad, frustración y pobreza. Estas son algunas de las situaciones que viven hoy los 227.000 niños, niñas y adolescentes que se encuentran fuera del sistema escolar en Chile. Esta cifra se incrementó bruscamente durante la pandemia, pues el número de estudiantes matriculados en 2021, y que dejó de estarlo en 2022 –tasa de incidencia–, es de 50.529. Además, según los datos del Centro de Estudios del Ministerio de Educación, alrededor de un 55% de los escolares que abandonaron el colegio entre los años 2021 y 2022 cursaba la educación básica, lo que corresponde a un total de 27.711 estudiantes (La Tercera, 2022). La exclusión educativa es una experiencia de alejamiento del estudiante del espacio educativo, como consecuencia de diversos procesos de quiebre en sus trayectorias. Estos se producen a partir de relaciones particulares entre el entorno, el individuo y el colegio (Hogar de Cristo, 2019; MIDE UC, 2016; UNICEF, 2000), y responden a factores extraescolares y escolares (Román, M., 2013).
Los factores extraescolares se refieren a los contextos de pobreza que algunos de estos niños, niñas y jóvenes viven. Son aspectos clave para determinar las experiencias de exclusión provocadas por los altos niveles de inseguridad pública, las condiciones de habitabilidad de los barrios y las viviendas de un territorio, la precaria situación económica y la configuración del capital simbólico y cultural de las familias (Fundación Súmate, 2018).
Por otro lado, están los factores escolares que contribuyen de forma negativa (o positiva) en la continuidad de los estudios: la relación que los alumnos y alumnas establecen con sus profesores, los asistentes de la educación y los directivos de su establecimiento; y las características, calidad, pertinencia y adecuación de las experiencias de enseñanza-aprendizaje que tienen los alumnos. A esto se deben sumar las vivencias que van experimentando los estudiantes en su escuela o en los programas de apoyo y acompañamiento en los que participan. Estas pueden contribuir o evitar su exclusión educativa (Portales-Olivares, J., Burgos, C. y Morales, C.; 2020).
ENFRENTAR LA DESMOTIVACIÓN
En este contexto, debido a las características particulares que hacen más difícil la permanencia y la reinserción de niños, niñas y jóvenes, se requiere de una intervención y un acompañamiento integral que aborde aspectos psicosociales que influyen en las trayectorias educativas de los escolares. También se necesitan estrategias pedagógicas para superar la desmotivación que surge de las malas experiencias formativas anteriores; flexibilidad y versatilidad en los aprendizajes y formatos de enseñanza para atender la diversidad de intereses y necesidades; resignificación del vínculo con los adultos y propender a la revalorización de la educación como medio y fin de un proyecto de vida propio.
En la actualidad, las políticas educativas han configurado un sistema escolar altamente discriminatorio (Bellei, C.; 2020; Bellei, C.; et. al.; 2018; Valenzuela, J.P.; et al.; 2006) y poco especializado. En Chile, el problema de la exclusión escolar es abordado por dos programas principales: Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA) y el Programa de Fondo Concursable de Reingreso y Reinserción Escolar (ver recuadro). Sin embargo, estas medidas no han obtenido el impacto que se esperaba, ya que no abordan la demanda requerida o han sido mal evaluados debido a su bajo impacto en la resolución del problema (DIPRES, 2016a, 2016b).
Además, solo los fondos concursables se hacen cargo del problema de manera multidimensional, es decir, a través de un modelo técnico que aborda tanto los factores extraescolares como escolares del problema (MINEDUC, 2022). Sin embargo, estos no cuentan con un financiamiento estable y acorde a las necesidades de los estudiantes que atiende (DIPRES, 2016a; MIDE UC, 2016).
Iniciativas actuales para enfrentar la inasistencia a clases
En el país se han implementado diferentes iniciativas para enfrentar la exclusión escolar: la Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA), centrada en iniciar y completar estudios para personas desde los 15 años en educación básica y 17 años en educación media es una de ellas. Se diseña con un foco en la inserción laboral y el desarrollo de capital humano.
A su vez, el Programa de Fondo Concursable de Reingreso y Reinserción Escolar es una iniciativa operada por organizaciones de la sociedad civil, que otorga fondos para la reinserción escolar de niños, niñas y jóvenes menores de 21 años, en formato de educación formal o no formal. Posee un modelo especializado en la revinculación y resignificación de la experiencia educativa, atendiendo las múltiples causales de la exclusión (psicosociales y educativas).
AYUDA INTEGRAL
En este escenario, desde Fundación Súmate se trabaja en la configuración de un Sistema de Recuperación de Trayectorias Educativas que proteja a los jóvenes y actúe de forma integrada. Este se compone de diversos dispositivos programáticos que atienden la variedad de experiencias, necesidades y características de niños, niñas y jóvenes que han vivido exclusión educativa: Aulas de Reingreso, Programas de Reinserción Escolar y Escuelas de Reingreso y Centros de Jóvenes y Adultos. Así, las iniciativas llamadas Espacios de Reencuentro Educativo o Aulas de Reingreso son espacios para alumnos con menos años de inasistencia y que han llevado un proceso anterior de reinserción, actuando como momentos de transición dentro de la educación formal. Adicionalmente, las Escuelas de Reingreso actúan como un espacio intermedio entre los Programas Socioeducativos y las Aulas de Reingreso, pues abordan la complejidad de las trayectorias educativas de estudiantes que han vivido contextos de vulneración de derechos. Para ello, existe un equipo completo y especializado y ofrece certificación educativa en un espacio formal. Esto permite al niño, niña o joven convivir con un nivel de complejidad media en términos de los factores de interrupción de trayectorias formativas que lo afectan.
En la actualidad, los programas que existen en Chile están desactualizados y pobremente equipados para hacerse cargo de las dificultades que acarrean los largos períodos de exclusión educativa.
Solo si entendemos que la compensación y restitución del derecho a la educación para estos niños, niñas y jóvenes requiere de un trabajo asertivo y minucioso para reparar el vínculo del estudiante y la escuela, el sistema educativo en su conjunto será capaz de encontrar solución a un problema que hoy no encuentra salida.
Para leer más
- Bellei, C. (2020). “Educación para el siglo XXI, en el siglo XXI. ¿Tomamos el tren correcto?”. En Horizontes y propuestas para transformar el Sistema Educativo Chileno, Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, Colección Senado.
- Bellei, C., Muñoz, G., Rubio, X., Alcaíno, M., Donoso, M.; Martínez, J., De la Fuente, L., Del Pozo, F. & Díaz, R. (2018). Nueva educación pública: Contexto, contenidos y perspectivas de la desmunicipalización. LOM Ediciones.
- DIPRES (2016a). “Informe final de Evaluación: Programa de reinserción escolar”.
- DIPRES (2016b). “Informe final de Evaluación: Programa Educación para personas Jóvenes y Adultas (EPJA)”.
- Fundación Súmate (2018). “Diagnóstico social participativo”. Programa “Súmate a tu barrio”.
- Gálvez, R. (2022, noviembre 28). “¿Quiénes son? El perfil de los 50 mil alumnos que se fueron del sistema escolar de 2021 a 2022”. La Tercera.
- MIDE UC (2016). “Estudio de caracterización de los programas de Reinserción Educativa de Sename y Mineduc. Recomendaciones para la política pública y buenas prácticas territoriales”.
- MINEDUC (2022). “Bases administrativas, técnicas y anexos para la licitación del concurso de proyectos de Reinserción Educativa y Aulas de Reingreso”.
- Portales-Olivares, J., Burgos, C. y Morales, C. (2020). “Jóvenes en pobreza y excluidos del sistema educativo: Respuestas desde la política pública y las escuelas ante el COVID-19”. Revista INJUV, 32.
- Valenzuela, J. P., Bellei, C. & De los Ríos, D. (2006). Evolución de la segregación socioeconómica de los estudiantes chilenos y su relación con el financiamiento compartido. FONIDE: Ministerio de Educación de Chile.
- Román, M. (2013). “Factores asociados al abandono y la deserción escolar en América Latina: una mirada en conjunto”. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. Volumen 11, Número 2.