• Revista Nº 166
  • Por Luis Hernán Errázuriz

Especial

Formación cultural desde la infancia: ¿Un anhelo o un derecho?

El siguiente artículo muestra un adelanto de los resultados del estudio “Precariedad de la dieta cultural artística. Formación docente en Educación Parvularia, Básica y Media en las universidades chilenas”. En este se advierte con datos concretos la urgente necesidad de revisar los currículos y programas de estudio, con el propósito de actualizar y fortalecer la formación que se está entregando en Educación Artística y Estética a los y las docentes, para contribuir al desarrollo cultural del país.

 Uno de los desafíos culturales más apremiantes que enfrentan las universidades es crear programas de educación estética y artística en la formación docente de las carreras de Educación Parvularia, Básica y Media. Sin embargo, un porcentaje significativo del profesorado que se desempeña a nivel preescolar y escolar adolece de la preparación disciplinar indispensable para ejercer con mayor propiedad las asignaturas de Artes (Orbeta-G., A. y Oyanedel-Frugone, R., 2018; Errázuriz, L. y Fermandois, J., 2021). Esta situación no solo impide que el potencial de las artes y la experiencia estética se desplieguen a nivel escolar como un aporte fundamental a la educación de la niñez y la adolescencia (Errázuriz, L., Marini, G. y Urrutia, I.; 2018), sino también empobrece el desarrollo artístico-cultural del país.

Con el propósito de conocer el panorama que ofrecen las facultades de Educación en este ámbito, indagamos en el estado de la formación docente en educación artística y estética, estudio que se enmarca en las recomendaciones planteadas en la Agenda de Seúl (UNESCO, 2010), ratificada en la Conferencia Internacional de Frankfurt (WAAE, 2019): “Velar para que la educación artística sea accesible, como elemento esencial y sostenible de una educación renovada de gran calidad (…). Velar para que las actividades y los programas de educación artística sean de gran calidad, tanto en su concepción como en su ejecución (…). Aplicar los principios y las prácticas de la educación artística para contribuir a la solución de los problemas sociales y culturales del mundo contemporáneo” (…).

A continuación, adelantamos  algunos  resultados del estudio “Precariedad de la dieta cultural artística. Formación docente en Educación Parvularia, Básica y Media en las universidades chilenas” –cuyo informe completo será publicado próximamente–, el cual se enmarca en las líneas de investigación definidas en la Mesa de Trabajo en Educación Artística, convocada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO) en Santiago, durante noviembre de 2018.

Las preguntas que orientaron la investigación son las siguientes:

  1. ¿Qué áreas y cursos del campo cultural artístico incluyen las mallas curriculares de las carreras de Educación Parvularia, Pedagogía Básica y Educación Media?
  2. ¿Qué tendencias, énfasis, contrastes u omisiones se evidencian en la “dieta cultural” declarada en dichas mallas curriculares?
  3. ¿Cómo se distribuye la oferta cultural de las universidades en distintas zonas y regiones del país?
  4. ¿Qué enfoques o concepciones de la Educación Artística se desprenden de los resultados que emergen de las preguntas anteriores?

De 55 casas de estudio que existen en nuestro país, 36 incluyen la carrera de Educación Parvularia (24 del CRUCH y 12 fuera del CRUCH), las cuales en conjunto ofrecen 2.018 cursos (1.388 y 630 respectivamente), con un promedio de 54,5 por carrera. De estos 2.018 cursos, solo el 7,9% está vinculado al campo de las artes visuales, musicales o escénicas y sus didácticas, lo que representa un promedio de 4,3% cursos en toda la carrera. No obstante, la cobertura varía significativamente dependiendo de cada universidad. A modo de ejemplo, mientras la Universidad de Talca (sede Santiago) incluye diez cursos relacionados con las artes, la Universidad de los Andes y la Universidad de los Lagos solo ofrecen dos cada una. En la siguiente tabla se puede apreciar la distribución por áreas, donde queda en evidencia el predominio de cursos de música y la escuálida presencia de cursos en apreciación artística y estética.

 

Tabla que muestra resultados de estudios sobre formación artística en Chile

Fuente: Estudio “Precariedad de la dieta cultural artística. Formación docente en Educación Parvularia, Básica y Media en las universidades chilenas”.

La situación en Pedagogía Básica es más precaria aún. De un total de 2.271 cursos mínimos que ofrecen 36 universidades (25 del CRUCH y 11 fuera del CRUCH), solo un 5,6% corresponde al ámbito de las artes a lo largo de la carrera.

Al igual que en Educación Parvularia su distribución es muy desigual. Por ejemplo, mientras la Universidad Austral de Chile ofrece nueve cursos mínimos relacionados con las artes, la Universidad Católica del Norte, Universidad Diego Portales, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y Universidad Arturo Prat incluyen un solo curso relacionado con las artes a lo largo de la carrera.

Más sorprendente resulta la situación de la Universidad Bernardo O’Higgins, que no incluye cursos del área de las artes en Educación Básica En cuanto a la Pedagogía en Educación Media, del total de 37 universidades que dictan la carrera (CRUCH: 26; fuera del CRUCH: 11), 13 lo hacen con mención en música (35,1%), las que se imparten en siete regiones: Coquimbo, Valparaíso, Región Metropolitana, Ñuble, Bío-Bío, Los Lagos y Magallanes.

Por su parte, la mención en artes visuales es ofrecida solamente por cinco universidades, y su enseñanza se concentra en cuatro regiones: Valparaíso, R.M., Bío-Bío y Los Lagos. Una primera mirada a la distribución por regiones muestra la ausencia de programas de formación en Artes en el norte del país.

De esta forma, si consideramos la oferta de cursos –sus nombres o contenidos– tanto en Educación Parvularia como Educación Básica y Media, podremos constatar que esta tiende a ser anacrónica, no solo respecto de la terminología empleada desde un punto de vista conceptual, sino también debido a la omisión de cursos multidisciplinares que remitan a la realidad sociocultural –estética y artística– que estamos viviendo en el mundo contemporáneo.

La ausencia de cursos y contenidos relativos a temas patrimoniales, culturas de pueblos originarios, artes contemporáneas, nuevas tecnologías, diseño, cultura visual, desafíos estéticos ambientales, entre otros, es evidente. Asimismo, es muy poco equilibrada y coherente si se considera, por ejemplo, que el espacio declarado al desarrollo de la apreciación y la reflexión crítica sobre las artes y la experiencia estética es casi inexistente.

 

Resultados del estudio “Precariedad de la dieta cultural artística. Formación docente en Educación Parvularia, Básica y Media en las universidades chilenas”.

Fuente: Estudio “Precariedad de la dieta cultural artística. Formación docente en Educación Parvularia, Básica y Media en las universidades chilenas”.

 

Los principales perjudicados de este descuido –por no decir abandono– son las niñas y niños de escuelas municipales y particulares subvencionadas que, teniendo garantizado legalmente el derecho a una educación de mayor calidad artístico-cultural, en la práctica se les limitan las posibilidades de conocer, cultivar y disfrutar el enorme potencial de las Artes. Así, difícilmente podremos alcanzar una Educación Artística y Estética al nivel que requiere el desarrollo cultural del país.

A la luz de los resultados que arroja el presente estudio, se plantean diversos desafíos para las autoridades educativas en distintos niveles y contextos. En lo que respecta a los centros de educación superior –en particular facultades de Educación y de Arte–, se advierte la urgente necesidad de revisar los currículos y programas de estudio, con el propósito de actualizar y fortalecer la formación docente y profesional que están ofreciendo en Educación Artística y Estética a los y las futuros/as docentes.

De igual forma, es necesario promover un mejoramiento sostenido de la calidad del cuerpo docente universitario que permita implementar o fortalecer la formación inicial en Educación Artística del profesorado que se desempeña a nivel escolar, en concordancia con los nuevos desafíos educacionales y culturales. De lo contrario, el propósito de mejorar la calidad de la educación en este ámbito no será más que un eslogan.

Agradecimientos a Leonor Soto Saavedra por su aporte en la recopilación de los datos y confección del estudio. Algunos antecedentes preliminares del estudio fueron divulgados en: Errázuriz, L. y Orbeta, A. (2020).

PARA LEER MÁS

  • Errázuriz, L., Marini, G. y Urrutia, I. (2018). “Reconsidering the purposes of art education: Insights from 2014 questionnaire in Chile”. International Journal of Education Through Art, 14(3), 339-352. doi: 10.1386/ eta.14.3.339_1
  • Errázuriz, L. y Orbeta, A. (2020). Formación docente y Educación Artística en las universidades chilenas: carreras de Pedagogía en Educación Parvularia, Básica y Media. Revista de Gestión Cultural MGC. Edición Especial. Educación Artística en Chile: Historia, Vigencia y Proyecciones, Nº 16, 3141.
  • Errázuriz, L. y Fermandois, J. (2021). Formación docente para la Educación Artística en Chile. El desafío cultural pendiente en las escuelas primarias. Revista Arte Individuo y Sociedad, Universidad Complutense de Madrid, 33(1), 49-69. doi:10.5209/ aris.67126
  • Orbeta-G., A., y Oyanedel-Frugone, R. (2018). En vías de desaparición. Antecedentes para entender la disminución de las artes en la formación inicial docente de educación primaria en Chile. Arte, Individuo y Sociedad, 30(2), 375-394. doi: 10.5209/aris.57622
  • UNESCO, “La Agenda de Seúl: Objetivos para el desarrollo de la educación artística”, p. 3, p. 5 y p. 8; 2010.
  • Una versión completa del estudio estará disponible próximamente en: repositorio Obra Gruesa. Arte + Educación + Cultura.