cartel que dice "holocausto ecológico culpa de la codicia human" cartel que dice "holocausto ecológico culpa de la codicia human"
  • Revista Nº 156
  • Por Ana Callejas
  • Fotografía Karina Fuenzalida; César Cortés y Luis Barriga

Especial

La generación del cambio está aquí

Los jóvenes que aquí se presentan saben que ellos serán los afectados con el cambio climático y también sus hijos. Aquí una muestra de su mirada frente a esta temática y las acciones que están desarrollando en sus comunidades para enfrentarlo.


“Esto llegó al límite”, Martín Sáez, 20 años, Fundación Basura

“Crecí con la oportunidad de conocer la naturaleza de cerca. a mi familia le gustaba ir al sur y viví un tiempo en la comunidad ecológica de Peñalolén. Me sentía muy pleno en bosques, en la playa, al subir un cerro, eso era una fuente de paz para mí. Con el tiempo fui notando la contaminación y cómo esta se concentraba en la cuenca de Santiago.

Era raro tener cinco años y tratar de entender el tema, ¿cómo es eso de que el aire está muy contaminado? Cuando ya tenía nueve empezó a masificarse la problemática de Hydroaysén. Eso me hizo pensar que había más factores que los autos y el smog. Fue doloroso de aceptar que todos somos parte del problema.

En ese tiempo, no veía que a mucha más gente le importara el tema. A los 13 años decidí que iba a ser vegano, gradualmente, para no imponerle algo a mi familia. No quería causar problemas, pero sentía que no era algo de pura rebeldía, sino que tenía argumentos. Mientras más me informaba, más solo me sentía, porque antes nadie hablaba mucho de esta causa. A los mayores, como tienen más tiempo viviendo de esta forma, les cuesta entender que esto ya llegó a su límite.

En tercero medio empecé a reciclar en mi casa y después escogí el camino de acercarme a fundaciones que trabajen en este tema. Busqué sitios que tuvieran redes de acción, como Alquímica, Panal y Fundación Basura, desempeñándome como voluntario y luego monitor, educándome en gestión de residuos, organizando campañas de limpieza y reciclaje en sitios como el Mapocho. He podido conocer equipos de apoyo ahí, ahora tengo claro que necesitamos de la cooperación de todos, nadie sobra”.

martin saez

 


“Mi pueblo se está secando”, Martina castro, 17 años, Liceo cordillera, Chincolco

“El cambio climático no es algo lejano. Eso lo tengo cada vez más claro viviendo aquí. El año pasado viajé a Polonia para la Cop24 con un equipo de mi liceo. Allí mostramos nuestro proyecto de una huerta hidropónica que permite ahorrar un 90% más de agua que las normales. La idea nació por la situación en Chincolco (V región): el pueblo se está secando. Las personas que siempre han vivido de la agricultura, como mi papá, reconocen que esto es muy extremo. Es impresionante ver ese deterioro, me afecta mucho ser testigo de cómo está cambiando la vida aquí. Hace poco se suicidó un vecino deprimido porque se morían sus animales y siento que puedo ayudar a buscar soluciones. Los que están en el poder no le dan a esto la importancia que debería tener. Se piensa que ser sustentable es una moda, ¡ojalá que fuera una moda que se vuelva cada vez más popular!

He intentado tener una vida más sustentable. En mi casa reciclamos residuos y nos preocupamos del manejo del agua, y ahora que saldré de cuarto medio quiero estudiar ingeniería ambiental para ayudar a mi zona. Me asusta mucho lo que pueda pasar en el futuro”.

martina castro


“Rapa Nui es el paraíso”, Bruno Lema Nahoe, 17 años, alunno de 3º Medio, colegio Aldea Educativa, Rapa Nui

“La naturaleza es muy importante para nosotros, los habitantes de Rapa Nui. Desde que nacemos nos inculcan el amor por ella. Esta es una isla pequeña y debemos protegerla, porque si no lo hacemos, se nos van a acabar los recursos. Para mí, Rapa Nui es el paraíso. Acá podemos ver las estrellas, porque tenemos un cielo limpio, sin contaminación, con los mejores atardeceres.

En el colegio desarrollamos un proyecto para mejorar el cultivo de plantas sobre la base de una ingeniería ancestral llamada Pu Oka, que es un sistema hecho de piedras. además de contribuir al bienestar de las plantas, el Pu Oka es un aporte desde la perspectiva estética. Embellece el ambiente y, a la vez, favorece el desarrollo de las plantas al protegerlas y permitirles crecer en lugares en los que les resultaría difícil hacerlo, con factores como humedad y nutrientes. Las piedras pueden ser de distintos tipos: volcánicas, basalto o laja, y cada una tiene sus particularidades, en términos de los beneficios que provee a las plantas.

Para realizar este proyecto investigamos lo que había publicado sobre el tema y también recogimos lo que la tradición oral de la cultura Rapa Nui ha transmitido de una generación a otra.

En Rapa Nui hemos sido muy afectados por el cambio climático. Se han alterado mucho el clima, el mar, los vientos, la flora y la fauna. Yo estaría dispuesto a renunciar a todas las comodidades que tengo con tal de preservar el lugar donde hoy vivo, donde vivirán mis hijos, y los hijos de mis hijos”.

bruno lema nahoe


“Me preocupa el futuro”, Camila Sepúlveda Alonso, 18 años, alumna de 4º Medio del Liceo 1

“Me impactaron los resultados de un proyecto que hicimos en el colegio, en el que medimos la huella de carbono del Liceo 1. Claramente no somos conscientes de las emisiones de co2 que generamos cada día.

El proyecto surgió de la idea del profesor de Historia Juan Jauré, que invitó a inscribirse a quienes estuvieran interesadas en trabajar temas medioambientales. La meta era crear propuestas para mejorar la situación del liceo en ese aspecto. Después de investigar se nos ocurrió medir la huella de carbono que produce nuestro colegio para después, en otra etapa, buscar formas de mitigar esas emisiones. Trabajamos con profesores de la Universidad Católica para que el proyecto tuviera base científica. Fuimos a la municipalidad y obtuvimos los datos sobre el consumo de agua y electricidad. También hicimos encuestas a las alumnas para saber qué tipo de transporte usan para llegar al colegio y cuánto demoran en el traslado. Todavía no llegamos a la etapa de mitigación de proyectos. Para eso podríamos haber considerado opciones como usar energías renovables o reciclar. Pero es difícil por los costos económicos.

Hay personas que consideran la preocupación por estos temas como una exageración. Incluso hay líderes, como el presidente de Estados Unidos, que han planteado que el calentamiento global no es consecuencia de la acción del hombre.

A mí me preocupa el futuro. A los adultos les diría que traten de apoyar a los jóvenes que están haciendo algo por cuidar el planeta”.

camila sepulveda


Movilizada por el medioambiente, María Carvajal, 18 años, colegio Craighouse, Lo Barnechea

“Empecé a ver más noticias y a mi propio entorno. A Santiago cada vez más seco y de a poco me sensibilicé con el tema. Mi papá es de Chiloé y en mi casa siempre se habló de la deforestación de la isla, de cómo la intervención humana dañó el lugar. Por eso, en mi colegio me interesó tomar un ramo de bachillerato, donde se incluye el tema ecológico. Ahí aprendí la importancia de los ecosistemas en la estabilidad del planeta y decidí que tenía que movilizarme. El año pasado empecé a seguir a Zero Hour, una organización estadounidense creada por Jamie Margolin a los 16 años. Ella fue una de las primeras jóvenes activistas en el ámbito global. Fui buscando redes locales, hasta que apareció Greta Thunberg.

Un día le hice un comentario en Instagram. ella me respondió y con eso me contactaron otros jóvenes chilenos que estaban organizando Fridays For Future (FFF), en Santiago. Luego, participé en la “ecomesa” de esa entidad y me encargué de la difusión en colegios y en contactos internacionales. Veía que mi colegio era bastante burbuja, que cuando se hablaba de marchar se asociaba a algo politizado.

“Quiero estudiar derecho y especializarme en la temática ambiental. Mi generación se ha tenido que poner más existencialista, porque las anteriores se han tomado este tema muy a la ligera”.

maria carvajal


Escuchar al planeta, Vanessa Muñoz, 15 años, Liceo Antonio Hermida Fabres, Peñalolén

“Mi interés partió de a poco. Desde ver anuncios en redes sociales o noticias sobre la acumulación de basura y los daños provocados por el hombre a la naturaleza. Eso me motivó a entrar al taller de ciencias de mi colegio, donde uno de los proyectos era crear soluciones energéticas sustentables. Me pareció lo más lógico: si el ser humano es la plaga del planeta, entonces el cambio tiene que partir por nosotros.

Con el equipo del taller creamos Bacttery, un modelo de dos contenedores que usa las bacterias de desechos orgánicos para generar electricidad. Además, permite cargar un celular, reduciendo con eso la huella de carbono de cada persona. A fines de año voy a participar de la COP25 para exponer nuestra investigación. Siempre me ha llamado la atención el área de la ciencia, mi esperanza es lograr un impacto desde algo tan común como la carga de un celular, y que ojalá eso genere un cambio global. Hay que escuchar todas estas advertencias que está dando el planeta, porque él está reaccionando a nuestro desgaste. en mi generación veo que hay diferencias, cada uno tiene sus propios intereses, pero todos nos cuadramos con este tema. la humanidad ha tomado malas decisiones”.

vanessa muñoz


Impulsor de cambios, Ignacio Cabrera Rex, 22 años, alumno de 4º año de Ingeniería Ambiental UC

“En algún momento el rumbo que llevamos ahora va a tomar otra dirección. Soy optimista, pero pienso que serán necesarias transformaciones radicales en nuestra forma de vivir.

Cuando estaba en segundo medio, vi el documental Home y me di cuenta de la magnitud de la crisis climática. Supe que había que actuar ahora, que no quedaba mucho tiempo. Por eso, escogí una carrera que me permitiera contribuir lo máximo posible a la solución. Además, soy miembro de la ONG Cverde (que promueve y practica la sustentabilidad) y en los proyectos en que he participado he visto lo mucho que pueden lograr personas con energía y convicción. Por ejemplo, hicimos una campaña de concientización a los vendedores de comida que se instalan afuera del campus San Joaquín y logramos que suprimieran el uso de bolsas plásticas.

Ahora estoy a cargo de la coordinación del alojamiento y la alimentación de la COY15, la conferencia de los jóvenes que se realiza en el mismo lugar donde se efectúa la COP. Vendrán a chile dos mil representantes a aprender y prepararse, porque serán los líderes que negociarán a futuro los acuerdos para cuidar el planeta. Y queremos que esta instancia sea sustentable y con bajo impacto en el medioambiente. La alimentación que daremos será ciento por ciento vegana y ocuparemos como insumos alimentos recuperados que no se venden, porque no cumplen con estándares de tamaño o aspecto. antes se decía que las futuras generaciones se verán afectadas por el cambio climático. Bueno, esas futuras generaciones somos nosotros”.

ignacio carrera rex