en la imagen una flor al lado de una tubería de agua
  • Revista Nº 164
  • Por Marina Rosenberg

Dossier

El milagro israelí: de la escasez hídrica a la abundancia

Se estima que unos 2.500 millones de personas (36% de la población mundial) vive en zonas con escasez de agua, un fenómeno que se espera empeore en las próximas décadas. La experiencia de Israel en esta materia puede ser de gran interés para otros países que están lidiando con el desafío hídrico, a través de un aceitado modelo que incluye políticas públicas centralizadas y multidisciplinarias, fuertes campañas educativas y comunicacionales, investigación y desarrollo a nivel académico, público y privado, y generación de soluciones tecnológicas de gran escala para el uso eficiente, la reutilización y la producción del recurso.

La pandemia de coronavirus, que ha atacado a nuestro mundo durante más de un año, ha colocado los temas de escasez hídrica y accesibilidad al agua potable de lleno en la agenda global, dada su directa relación con las estrategias de higiene que se requieren para reducir la propagación del virus.  Sin embargo, la crisis hídrica no es un asunto nuevo y su efecto se ha visto en cada rincón del planeta.

Esta crisis se caracteriza por tres procesos paralelos. El primero de ellos es la disminución del recurso disponible para beber, para la agricultura y para la industria, debido a que la población y la tasa de consumo continúan creciendo. En segundo lugar, la disminución constante de la calidad del agua, cada vez más contaminada o salina. En tercer lugar hay que mencionar la accesibilidad, ya que en muchos lugares del mundo las fuentes se han alejado de los centros de población, dificultando las opciones de suministro.

Se estima que unos 2.500 millones de personas (36% de la población mundial) viven en zonas con escasez, un fenómeno que se espera empeore en las próximas décadas, a medida que se intensifican los potentes procesos de cambio climático, el incremento de la población mundial, la creciente demanda de productos industriales y agrícolas y la desertificación.

Esta crisis está provocando migraciones, guerras y conflictos, y cientos de millones de personas en todo el mundo estarán en riesgo de ser desplazadas debido a ella en los próximos años.

Para superar esto, debemos entender que el desafío hídrico es un asunto que requerirá que todas las acciones se adopten mancomunadamente: orientar y educar sobre la conservación del recurso; incrementar la eficiencia y coordinación en su uso; rehabilitar fuentes de agua contaminadas; y acumular financiamiento internacional, público y privado para fomentar la inversión y la I+D.

La experiencia de Israel en esta materia puede ser de gran interés para otros países que están lidiando con el desafío hídrico, ya que esta nación ha pasado de la escasez a la abundancia, a través de un aceitado modelo que incluye políticas públicas centralizadas y multidisciplinarias, fuertes campañas educativas y comunicacionales, investigación y desarrollo a nivel académico, público y privado, y generación de soluciones tecnológicas de gran escala para el uso eficiente, la reutilización y la producción del recurso.

 

En la imagen la la planta desalinizadora de Sorek en Israel

Proyecto Sorek. Ubicada 15 kilómetros al sur de Tel Aviv, la planta desalinizadora de Sorek, de IDE Technologies, es la más grande y avanzada del mundo. Ella establece nuevos referentes en la industria en cuanto a tecnología de desalinización, capacidad y costo del agua. Fotografía IDE Technologies.

UN MODELO EXITOSO

Si le damos un enfoque de organigrama, podríamos caracterizar el modelo israelí a través de cinco eslabones de una misma cadena, que no es lineal, sino circular.

  1. El primero es la toma de conciencia sobre la problemática hídrica, vale decir, entender que el agua es un recurso vital, pero limitado, que debe ser protegido desde los niveles iniciales del proceso educativo hasta las políticas públicas y regulatorias. Esto, que parece sencillo, puede ser un desafío de proporciones, particularmente en zonas que acostumbraban a tener agua suficiente a través de las lluvias, y que en los últimos años han visto una merma dramática en los niveles de precipitación. En esta línea, podríamos decir que la ventaja que tuvo Israel en relación con Chile es nunca haber tenido agua suficiente, lo que obligó a adoptar medidas antes. En Chile, particularmente en la zona central, hasta hace 20 años la precipitación era suficiente y el desafío hídrico no estaba presente.
  2. Un segundo tema, una vez que se ha tomado conciencia, a nivel individual, social e institucional, es la adecuada articulación de los distintos actores públicos, privados, académicos y ciudadanos. En el caso de Israel, esta misión está a cargo de la Autoridad de Aguas, entidad autónoma y empoderada, que es responsable de la coordinación de los actores involucrados en temas tan diversos como producción, calidad, distribución, tarifas, educación, investigación y otros.
  3. Un tercer eslabón del modelo israelí son las acciones destinadas a aprovechar de forma óptima el recurso disponible, y esto se ha conseguido de dos formas principales: primero, con el uso eficiente del agua en los procesos agrícolas y, segundo, a través del proceso de tratamiento y reciclaje.
  4. Un cuarto elemento es la generación de nuevas fuentes de producción de agua, desde acciones experimentales, como la siembra de nubes, hasta un proceso ya validado en todo el mundo, como la desalinización del agua de mar.
  5. Finalmente, cabe mencionar que el enfoque hídrico no puede estar ajeno a un marco más amplio de compromiso con la innovación y el desarrollo sustentable, para producir nuevos recursos hídricos, para cuidar los que existen actualmente y para una gestión eficiente y socialmente responsable de los distintos procesos que se desarrollan en el ciclo hídrico.

CINCO SOLUCIONES QUE NO CAYERON DEL CIELO

  • Riego eficiente

La agricultura es la actividad humana que más agua consume. En Israel ya en la década del 60 se logró dar una respuesta a este desafío, cuando la empresa Netafim creó y patentó el riego por goteo, hoy ampliamente conocido y utilizado en todo el mundo, con una amplia gama de proveedores de los insumos y equipos. Sin embargo, hay que señalar que más de 50 años después de esta revolución, todavía hay muchos agricultores que utilizan el riego por inundación, desperdiciando el recurso en la tierra y en el aire. En Israel, el riego por goteo se ha ido perfeccionando, agregando al proceso sistemas de fertirriego, monitoreo computacional, monitoreo satelital y todo esto de la mano del desarrollo de variedades agrícolas que consumen menos agua.

  • Tratamiento y reutilización

El tratamiento y reciclaje de aguas residuales también es clave para enfrentar la escasez hídrica. Israel tiene un récord mundial en este campo, pues cerca del 90 por ciento de sus aguas residuales son tratadas y luego utilizadas, principalmente en la agricultura, pero también una parte de ellas en procesos industriales, en riego de parques municipales y en la recarga de acuíferos a través de un proceso de filtración natural.

El proceso de tratamiento de agua en Israel genera un recurso de alta calidad, que tiene un precio diferenciado respecto del agua bebestible, lo que además permite a los agricultores disponer de un insumo básico de su proceso productivo, a un menor valor.

  • Desalinización

Israel comenzó a desarrollar plantas de desalinización a través del proceso de osmosis inversa hace varias décadas, pero recién en los últimos 15 años la producción ha logrado una escala de impacto nacional. En efecto, aunque en muchos lugares del mundo se han instalado plantas desalinizadoras en centros turísticos o industriales cercanos a la costa, la solución de Israel no es local, sino nacional. Eso significa que más del 70% del agua potable del sistema nacional corresponde a agua de mar desalinizada. Y si bien su costo es mayor, por la gran cantidad de energía que se requiere en el proceso de producción, Israel ha ido logrando bajar en forma constante el precio del m3, a tal punto que ya adquiere sentido la opción de regar cultivos agrícolas con agua desalinizada.

  • Identificación de fugas

Otro campo en el que Israel tiene un récord mundial es en la prevención de la pérdida de agua en la red. Mientras que en este país se derrama un pequeño porcentaje de agua en los sistemas de suministro urbano (menor del 10%), en otras naciones del mundo esta tasa puede llegar a sobrepasar el 30%. En Israel se ha desarrollado una amplia variedad de tecnologías y métodos para prevenir el problema en los sistemas de suministro y detectar fugas a través de sensores remotos y sistemas satelitales, dotados de la más alta tecnología.

  • Nuevos dispositivos

Israel tiene uno de los ecosistemas de innovación más activos del mundo, permitiendo que la academia, el gobierno y el sector privado interactúen en forma virtuosa para generar productos y soluciones a los desafíos más importantes del país. En este marco, la nación está generando en forma permanente startups dedicados a soluciones hídricas, entre las cuales cabe mencionar a Watergen, la que con su máquina puede convertir el aire en agua, y NU Filtration, una tecnología de reutilización de los filtros de diálisis renal para generar agua bebestible a partir de cualquier curso de agua.

REUTILIZACIÓN DEL AGUA

Israel tiene un récord mundial en este campo, pues cerca del 90% de sus aguas residuales son tratadas y luego utilizadas, principalmente en la agricultura.

Israel 86%

España 17%

Australia 10%

Italia 8%

Grecia 5%

Estados Unidos > 1%

 

USO EFICIENTE DEL RECURSO

En esta nación, más del 70% del agua potable del sistema nacional corresponde a agua de mar desalinizada. Además, el tratamiento y reciclaje de aguas residuales también es clave para enfrentar la escasez hídrica. El proceso de tratamiento de agua en Israel genera un recurso de alta calidad, que tiene un precio diferenciado respecto del agua bebestible, lo que además permite a los agricultores disponer de un insumo básico de su proceso productivo a un menor valor. (Fuente: Elaboración propia sobre la base de información de Embajada de Israel)

 

diagrama que muestra el ciclo hídrico en Israel