Industria creativa chilena: artistas con el sello de talento
Originales. Atrevidos. Valientes. Diferentes. A continuación aparece solo una muestra de los protagonistas de las industrias creativas que han nacido en Chile en los últimos años, y que ahora se mueven por el mundo. Son personas que se atrevieron a ser diferentes. Que apostaron por sus pasiones e ideas que plasman en obras de diversa índole. Ellos pusieron al talento como el motor que impulsa su quehacer y que ha sido capaz de construir iniciativas que potencian a este territorio.
Cultora del humor, en serio: ALISON MANDEL, actriz y comediante.
Actriz de teatro, cine y televisión, Alison Mandel (36) comenzó a dedicarse al stand up al constatar que, al contar una historia generalmente atraía la atención de todas las personas que estaban alrededor, lo que la incentivaba a agregar partes que no eran reales, pero que hacían más entretenido lo que estaba narrando. “Me di cuenta de que tenía un don para relatar situaciones. Y lo que me motivó a continuar fue descubrir que había una fuente económica ahí”.
La comediante, que participó en El Club de la Comedia, que se ha presentado en el Festival de Viña del Mar (2018), y que realiza proyectos conjuntos con su marido, Pedro Ruminot (con quien estrenó recientemente el espectáculo Compañeros), asegura que, como toda disciplina artística, el stand up requiere de bastante trabajo y rigor. “Mucha gente se confunde y piensa que por ser gracioso entre amigos puede dedicar su vida a esto, pero no es tan así”. Precisamente a esta confusión atribuye el boom que existe de cultores de stand up. Hay mucha gente nueva que se está atreviendo, de los cuales, algunos son muy trabajadores y tienen un gran futuro, mientras otros van rotando y haciendo que se llene de shows de stand up en todas partes”.
Su fortaleza, dice, es que es muy calmada y no tiene ansiedad al momento de presentarse ante el público. “Si no se están riendo, no me apuro. Relato todo como debe ser, sin atropellar mi propio trabajo. Mi debilidad es mi inseguridad. Al bajar del escenario siempre encuentro algo que debería cambiar y me mortifico días por eso”.
Los ingredientes de Las Cabras: JUAN PABLO MELLADO, chef.
“Hay que ser un poco soñador”, dice Juan Pablo Mellado (40), al referirse a su decisión de crear “Las Cabras”, una fuente de soda que ha ganado varios premios nacionales, mientras él ha sido reconocido en publicaciones especializadas como uno de los mejores chefs de Chile.
Más que inventar nuevas recetas, lo suyo ha sido reconocer el valor de algo que ya existía y a partir de eso, crear. “Había un espacio vacío en la reinterpretación, en la puesta en valor de un tipo de cocina que es la bandera de la oferta gastronómica citadina de Chile: las fuentes de soda”.
Lo que se propuso este chef formado en Inacap, que trabajó con Ferran Adriá y que dictó clases en Nueva York; fue darle un sello a su restaurante aplicando las mejores técnicas e ingredientes que se encuentren y manteniendo los sabores.
Juan Pablo Mellado se declara muy respetuoso del concepto original de fuente de soda, que incluye la ambientación característica y sus comidas típicas como la palta reina, la palta cardenal, la mechada con tallarines, la malaya y los sándwiches. “Hay un proceso de imitación a los lugares gringos de comida de los años 50, y como todo proceso de imitación, las fuentes de soda en Chile resultan nuevas y únicas”.
Con cuatro años de historia y más de 20 personas trabajando para ella, Mellado se proyecta con la apertura de una sucursal de Las Cabras e incluso con la posibilidad de salir al exterior. “Es un sueño poner mi bandera en otro país”, dice Mellado.
La vida entre acuarelas: LUISA RIVERA, ilustradora.
“Me inspira la naturaleza, la cultura folk, la literatura y el realismo mágico, que es un género donde lo sobrenatural se convierte en un hecho cotidiano en el proceso narrativo”, cuenta Luisa Rivera (31), una de las ilustradoras chilenas más reconocidas en el extranjero. Actualmente reside en Londres, luego de estudiar arte en La UC y de vivir dos años en Estados Unidos, donde cursó un magíster en ilustración en el Minneapolis College of Art and Design (gracias a una beca Fulbright y al apoyo del FONDART de Becas y Pasantías).
Su estilo ha sido delineado por cuatro grandes maestros que la han ayudado a dar forma a sus trazos: Kiki Smith, Violeta Parra, Tove Jansson y Henri Matisse. “La versatilidad en sus prácticas es algo de lo que me gustaría aprender”, explica en su blog.
Su trabajo es figurativo y narrativo. Sus ilustraciones se caracterizan por colores planos como también la simplificación de las formas. Sin embargo, le gusta combinar este lenguaje con partes más detalladas para establecer diferentes jerarquías en las composiciones. Los materiales que emplea son acuarela, gouache, acrílico y lápiz sobre papel. Entre los hitos de su carrera destaca el haber ilustrado la edición conmemorativa de los 50 años de la publicación de Cien años de soledad, en 2017.
Para dar forma a su proyecto independiente, Luisa identifica dos áreas: una comercial y otra personal. En la primera desarrolla ilustraciones para revistas, diarios y marcas (entre los que se cuentan: Air Canada; Penguin Random House Grupo Editorial; Lush y The New York Times). En general en esos lugares hay un director de arte y por lo mismo realiza un trabajo colaborativo, con más énfasis en las estructuras. En cambio, cuando trabaja en sus proyectos personales, aplica lo que llama el “método de la serendipia”, donde las ideas van a apareciendo en distintas etapas.
La tela es el mensaje: JUANA DÍAZ, diseñadora textil.
“Siempre he trabajado haciendo arqueología textil, buscando materias primas ya existentes y usando lo que es considerado un resto o un desecho. En mis inicios fue producto de la escasez de recursos, pero luego se transformó en una metodología y en un principio central de mi propuesta creativa”.
Así es la moda de resistencia que promueve la diseñadora textil Juana Díaz (50). Lanzó su primera colección el año 2000, luego de dedicarse a confeccionar vestuario para danza y teatro. Sin embargo, estaba convencida de que su ímpetu artístico necesitaba un espacio propio, para comunicar un discurso que le permitiera sentirse una profesional integral. “Me gané un Fondart a la creación porque estaba planteando una metodología de producción de vestuario que consistía en utilizar ropa usada. Esta era la manera que tenía de acceder a telas de mejor calidad y materiales más nobles. Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que he sido adelantada a los tiempos, en todos los proyectos que he hecho. Ahora se tiene más conciencia del tema de la sustentabilidad, pues se sabe que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta”, cuenta.
Su rebeldía creativa también se ha manifestado a lo largo de los años, a través de sus colecciones que encierran mensajes que aluden a temas sociopolíticos: “Lookbook migración”; “Lookbook capitalismo”; “Restos de Futuro” y “Verdad y justicia”, son algunos de los títulos. “Creo que no vale la pena crear una indumentaria sin un relato y sin generar reflexión. Lo interesante es tener algo que decir a través de lo que uno hace”, afirma.
Otro de los ejes que cruzan la labor de Juana Díaz tiene que ver con la producción a escala humana, que se relacionan con ser fiel a una producción lenta y un respeto a todas las personas que integran la cadena de producción: “Todos merecen tener una vida digna, por eso me opongo a la esclavitud moderna que se ha desarrollado en el mundo de la moda”, establece.
Prolíficos inventores: GT2P, arquitectura, arte y diseño.
“Suple”, así se llama la banca de madera y metal creada por los socios de Gt2p que desde septiembre de 2019 debutó en el London Design Museum. Esta denominación alude al término genérico que se usa en Chile para designar a aquello que soluciona todo, como la tapa bajo una mesa que cojea.
Gt2p también está en otros museos. Al igual que en el Design Museum de Londres, sus obras son parte de la colección permanente de la National Gallery of Victoria, en Australia; del Denver Museum y del Metropolitan Museum de Nueva York.
Clientes de todo el mundo compran las creaciones de este grupo. Lo hacen a través de la Friedman Benda de Nueva York, una de las galerías de diseño más importantes a nivel internacional.
Los cuatro socios de Gt2p, Guillermo Parada, Tamara Pérez, Víctor Imperiale y Sebastián Rozas, son arquitectos y tienen entre 30 y 40 años. Comenzaron abocados a la arquitectura, a lo que luego sumaron diseño y arte público. Para crear sus obras experimentan con materiales inspirados en el territorio local como lava volcánica, piedra, porcelana, metales y madera, que fusionan o combinan, usando desde un horno hasta una impresora 3D.
Otro producto del ingenio de este grupo está en el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Chile. Es la imagen que da la bienvenida a los pasajeros en su llegada al terminal internacional. Se trata un mural de cobre que evoca la imagen de la cordillera. Las ondas del mural las trazaron a partir de la digitalización de un audio en el que mezclaron poemas de Neruda, Mistral, y Nicanor Parra, con el sonido del viento.
Sonidos globales: JUNGLA MUSIC, agencia de desarrollo de talento artístico.
Que artistas nacionales como Rubio y Fernando Milagros hayan realizado giras internacionales a festivales en Nueva York, Filadelfia, Chicago y Los Ángeles en Estados Unidos, y a España, Inglaterra y Francia, entre otros destinos, no es resultado de la casualidad, sino del talento, por una parte, y de la gestión realizada por Jungla. Esta se define como una agencia de desarrollo artístico.
Creada en 2014, Jungla opera como una incubadora de emprendimientos creativos musicales. Se encarga de desarrollar sus negocios, formalizarlos y darles una estructura administrativa y comercial, a la vez de buscar opciones de financiamiento y gestionar la venta de música en vivo y grabada, los derechos autorales y los auspicios.
Los fundadores de Jungla son dos jóvenes de 33 años, Pablo Porter y Víctor Schlesinger. Tres años después de la puesta en marcha de Jungla resolvieron aprovechar una oportunidad grandiosa que detectaron en la industria musical de Chile y crearon algo que no existía hasta entonces, una plataforma propia de distribución digital de música a la que llamaron Tierra de fuego. “Somos la única empresa chilena que tiene acuerdos comerciales directos con más de 30 plataformas digitales como Spotify, Apple Music, Google, Amazon y Youtube”, explica Porter. La entidad ha sido premiada por ProChile como caso de éxito en exportación de industrias creativas.
La facturación de ambas empresas ha venido creciendo a un ritmo sostenido de 200% al año y ahora proyectan abrir una oficina en Los Ángeles, Estados Unidos “Nuestra intención es ser una empresa de música protagónica a nivel regional y un puente entre el cono sur y el mercado norteamericano”, dice Porter.
Obras con relato: MAIA DESIGN, artesanía.
Elaborar objetos con sentido incorporando la experiencia, los materiales y los procesos como parte esencial del trabajo, fue la idea que llevó a la Licenciada en Arte de la UC, y con estudios de perfeccionamiento en Londres, María Jesús Seguel (36) a crear en 2013 el taller y tienda MAIA Design.
La experiencia que marca su impronta fue haber participado en un proyecto para revivir la producción de cerámica de la cultura prehispánica Pitrén, que se desarrolló en la zona de la Araucanía alrededor del año 300 d.C. María Jesús volvió a reproducir los metawes o cántaros de esos alfareros, junto a artesanas de comunidades mapuches del sur de Chile. A partir de esa vivencia, propuso una nueva mirada del diseño de objetos manufacturados en Chile, inspirada en la artesanía tradicional y que convierte al diseño en un canal de difusión cultural.
“Cada objeto que elaboramos es único e irrepetible y en él hay un relato. Me preocupa no solo el producto resultante, sino también los procesos, las materias primas, las experiencias, la cosmovisión, la cultura y las tradiciones implícitas en lo que elaboramos”.
La creatividad para realizar sus obras surge de las personas, las imágenes, la naturaleza, los estudios, y el oficio de María Jesús. “También de mis pensamientos absurdos y simples, y de cosas que pueden parecer poco importantes y que son parte de nuestra cultura”. En un momento específico, cuenta la artista, las ideas se alinean, comienzan a calzar y adquieren coherencia.
Cuatro maestros artesanos trabajan para Maia Design. Lo que María Jesús produce se ha expuesto en la feria de diseño contemporáneo Wanted Design de Nueva York, y en otras plataformas de exhibición en Chile, y sus productos han sido dados a conocer en diversas publicaciones, incluyendo Vogue Brasil. Además María Jesús se ha adjudicado dos Fondart que están en plena ejecución.
Optar por el camino distinto: CANGREJO IDEAS, diseño de videojuegos.
“Lo primero que te hace ser creativo es pensar diferente. En vez de seguir el camino típico de un ingeniero, mi socio y yo quisimos dedicarnos a algo que nos apasionara que y que fuera distinto”. Así define Alejandro Aránguiz (32) el momento en que él y su socio Mauricio Martis (34) decidieron crear Cangrejo Ideas, una empresa dedicada a diseñar videojuegos para plataforma web, que se pueden descargar desde un tablet o un celular.
Alejandro y Mauricio eran compañeros de Ingeniería Civil en Informática en la Universidad Católica de Valparaíso. Ahí compartieron su pasión por a este mundo. “Además de que nuestra opción laboral fue poco común, también decidimos quedarnos en la quinta región, algo a lo que pocos se arriesgan”, cuenta Alejandro.
“Partimos hace cuatro años sin la idea de ser empresa, tratando de descubrir el universo de los videojuegos. En ese camino, desarrollamos nuestro primer prototipo porque quisimos soñar que podíamos vivir de esto. Este juego lo publicamos nosotros, ya que solo queríamos que lo descargara la mayor cantidad de gente. Fue destacado en ciertas tiendas en Latinoamérica y en España y se convirtió en un hito importante para nosotros. Pero no era un negocio rentable todavía”, cuenta Aránguiz.
Justo después surgió una oportunidad de negocio con una compañía holandesa. “Siempre tuvimos la visión de que nuestros clientes estaban afuera, sabíamos que Chile no era un mercado al que teníamos que apuntar, por lo pequeño y limitado que es”, afirma Alejandro.
Hoy Cangrejo Ideas cuenta con un equipo de 18 personas full time, entre quienes convergen las disciplinas de ilustración, animación, diseño, programadores y un encargado de recursos humanos. Entre su portafolio cuentan con compañías como Cartoon Network, Orange Games y Boomerang TV.
“Actualmente, estamos bien resueltos en nuestra línea de negocios, con una cartera sólida de clientes. Prestamos servicios a otras empresas y la nueva ruta que queremos abrir tiene que ver con llegar directamente al consumidor final, con productos de nuestra autoría”, explica con entusiasmo.
Ampliar los sentidos: NARANJA, librería & editorial.
Libros con un espejo en que se lee un texto escrito al revés, con páginas que se despliegan en una cascada de figuras. Libros en que la huella de la borra de café se mezcla con el contenido de una historia. Todas son creaciones que han hecho de este objeto una obra de arte, pero no del modo convencional, sino convirtiendo al medio en el mensaje.
Son modos de experimentación que desafían al observador a una aproximación distinta, en la que se comprende el contenido no solo leyendo, lo que puede o no estar escrito. A esta forma de expresión se ha dedicado Naranja, fundada por el arquitecto Sebastián Arancibia y el fotógrafo Sebastián Barrante, y que es la primera editorial y librería en Chile especializada en libros de artista y publicaciones experimentales.
La editorial representa a más de 20 artistas chilenos y extranjeros por medio de la participación en ferias de arte nacionales y extranjeras. Así es como muchos de sus títulos actuales son parte de colecciones de publicaciones de artistas en el mundo: Yale University, Miami University y Joan Flasch Artist Book Collection, de Chicago. Asimismo, este año lanzaron la primera edición en conjunto con la editorial Candor Arts de Chicago.
“Cuando uno lee está descifrando un código que puede ser, por ejemplo, el de la lengua española. Pero también las imágenes tienen códigos, la poesía visual tiene códigos. La capacidad de descifrarlos y esas estructuras que están en el libro amplían el sentido, más allá de la lectura”, explica uno de los socios de Naranja. La editorial, que vino a resolver en Chile la necesidad de muchos creadores, se ha propuesto como misión visibilizar y dar a conocer esta forma de arte.