• Revista Nº 162
  • Por Fernando Acuña y Soledad Gutiérrez

Protagónicas(os)

Sonia Fuchs: Levantar el telón de la cultura

Sonia Fuchs (1932-1991) fue una presencia fundamental en la restringida actividad artística del Chile de los 70 y 80. Desde su labor académica, su papel como fundadora del centro de estudios Ceneca, hasta la cuidadosa tarea que desplegó como productora de grandes obras del Teatro UC y pionera e impulsora de talentos del área dramática de Televisión Nacional, Fuchs demostró resolución y empuje, enfrentando incluso a autoridades de la dictadura.

Cuando Sonia Fuchs Klein entraba al campus Oriente, se notaba. Su porte, su vestuario, su cartera grande. En suma, su presencia era ineludible. También su personalidad y determinación. Esas características que la hacían una de las profesoras más admiradas y estrictas, marcaron a fuego a generaciones de estudiantes. Algunos incluso consiguieron sus primeros trabajos gracias a la visión de la profesora Fuchs. En esa categoría están el destacado director de TV Vicente Sabatini y la premiada actriz Solange Lackington.

Sonia Fuchs fue una persona influyente, arrolladora a veces, visionaria en muchas ocasiones. Actriz de profesión, uno de sus primeros proyectos fue un encargo directo del entonces rector de la UC, Fernando Castillo Velasco, quien en 1968 le pidió organizar una exposición en homenaje a Violeta Parra. Castillo Velasco había entregado el terreno para que la artista instalara su mítica carpa en La Reina, y un año después del suicidio de la intérprete, rindió tributo con una muestra de sus clásicas arpilleras. Fuchs estuvo ahí, dando forma a una de las primeras exposiciones que reconoció el legado de Violeta Parra tras su deceso (Parra, I.; 2015).

 

“SACAR ADELANTE UN PRODUCTO”

Esa disciplina en la labor artística ligada estrechamente a la producción fue su sello profesional. Con estudios de producción y dirección en la BBC, desarrolló su carrera entre el teatro, la TV y el ámbito académico. En el Teatro de la Universidad Católica tuvo a su cargo la coordinación general y producción de grandes montajes como Hamlet, que protagonizaron Héctor Noguera y María Cánepa en 1979; Casa de muñecas, con Elsa Poblete, Gloria Münchmeyer y Héctor Noguera en la temporada 1979-1980; y El gran teatro del mundo, que en 1981 interpretaron Héctor Noguera, Alejandro Castillo y Rebeca Ghigliotto, entre otros actores y actrices (Archivos Patrimoniales UC, s.f.).

Con esa experiencia a cuestas, Sonia Fuchs publicó en la Revista Apuntes (publicación de la Escuela de Teatro de la UC) un artículo titulado “Algunas reflexiones sobre la producción artística y su aplicación al montaje teatral”, que comenzaba con la pregunta “¿Qué es la producción artística?”. Fuchs desarrolla su visión: “Para quienes de alguna u otra forma están vinculados al proceso, el asunto parece bastante claro: se trata de sacar adelante un producto; levantar el telón de una obra teatral; salir al aire con un programa de televisión o estrenar un film, una ópera, un ballet, una exhibición de artes plásticas o de tanta maravilla que nos brinda el arte. Ese es el propósito final, el objetivo al que se apunta; pero, ¿cuál es el proceso seguido para alcanzarlo?, ¿qué infraestructura se necesita?, ¿no requiere acaso de un determinado conocimiento profesional y de una técnica que haga posible el desarrollo del proceso, y que la obra se realice hasta en su más mínimo detalle y sea ‘comunicada’ al público que desea conocerla y tiene derecho a compartirla?” (Fuchs, S.; 1980).

El texto fue publicado en 1980 y un año después, Sonia Fuchs tomaba las riendas de otro gran proyecto. Ese año la señal estatal de Televisión Nacional, presionada por el éxito obtenido por Canal 13 de la Pontificia Universidad Católica de Chile con La madrastra –estrenada en abril de 1981–, decidió reclutar talentos para fundar su propia área dramática y producir telenovelas. Sonia Fuchs encabezó ese proceso como productora ejecutiva hasta enero de 1991, fecha en que falleció en un accidente de avión, junto a su esposo Ricardo Jordan y otros familiares.

DESDE MARTA A LAS 8 A LA QUINTRALA

Fuchs tenía experiencia desde los primeros años de la TV en Chile, en las décadas de 1960 y 1970, participando como productora ejecutiva de una de las telenovelas pioneras en el género, La sal del desierto, y en los teleteatros La princesa Panchita, Ánimas de día claro y La pérgola de las flores, entre otros.

Pero su proyecto televisivo más relevante fue la naciente área dramática de Televisión Nacional. “Bajo la dirección de Sonia Fuchs, el área dramática de TVN inició la larga guerra de las teleseries chilenas. En este caso, el primer golpe fue duro en términos de imagen. Canal 13 tuvo hasta mediados de los 90 el aura de los ganadores. Sin embargo, las cifras duras muestran una realidad distinta. Entre el segundo semestre de 1981 y finales de 1987, la ventaja promedio de rating de Canal 13 sobre TVN es solo de 33 a 30 puntos de rating” (Portales, D.; 2007).

Con producciones como La represa, La torre 10 y Marta a las 8, Sonia Fuchs fue configurando un estilo propio y una audiencia fiel para las telenovelas en el canal nacional. La represa relató –en plena dictadura– la historia de un rico patrón de fundo, que tenía sometido a un pueblo completo y que incluso llegaba a maltratar y a secuestrar a quienes consideraba que podían poner en peligro sus planes. Ese papel, Roberto Betancourt, fue interpretado por Luis Alarcón, con quien Fuchs había trabajado en teatro. Aquí su voluntad y porfía como productora se hace evidente: Luis Alarcón, como militante comunista, estaba vetado por las autoridades de la época y era parte de la “lista negra” (La Nación, 1 abril, 2010) de artistas que no podían trabajar en el canal estatal. Pero Fuchs venció a los argumentos dictatoriales y logró que Alarcón tuviera ese rol, que hasta hoy es un hito en las teleseries chilenas.

En La torre 10, Fuchs propuso otro avance. Tras años en que la TV chilena se nutría de realizadores y guionistas del mercado brasileño, la productora ejecutiva optó por talentos que estaban en el país. En la dirección, designó a su exalumno en la EAC (Escuela de Artes de la Comunicación de la UC) Vicente Sabatini, dedicado hasta entonces a espacios magazinescos. El libretista elegido fue Néstor Castagno, argentino avecindado en el país, con Fernando Aragón y Arnaldo Madrid como ayudantes. Ambos eran debutantes en el género y se mantendrían por décadas entre las plumas más destacadas de las ficciones nacionales. La trama presentaba, a diferencia de otras producciones de la época, espacios y situaciones reconocibles por gran parte de la audiencia, junto con elementos clásicos del melodrama, como el amor y las diferencias sociales y la lucha entre el bien y el mal, representado acá por Telma Bernhardt, encarnada por Sonia Viveros.

Fuchs empujó a la ficción nacional hacia otros ámbitos. En Marta a las 8, escrita por Fernando Aragón, situó a la misma Sonia Viveros en un rol totalmente opuesto al de la malvada Telma, como una bondadosa asesora del hogar que iba cambiando de casa en casa cada cinco capítulos (lo que obligaba a modificar las locaciones), mientras se mantenía el nudo central de su historia, que hablaba de abuso y pobreza y de su manipulador esposo (Luis Alarcón). Esa producción solamente tiene 22 episodios, lo que la transformó en un trabajo experimental en la televisión local. Como productora ejecutiva, Sonia Fuchs también abordó realizaciones de época, como las series La Quintrala, de 1987, y Teresa de Los Andes, de 1989, el debut en TV de otra actriz formada en la Universidad Católica, Paulina Urrutia.

El último proyecto de Fuchs antes de su temprana muerte fue Volver a empezar, una telenovela que se emitió en 1991 y que está dedicada a su memoria. Para protagonizar esa historia, Fuchs arrebató a Canal 13 a dos actrices estelares, Jael Unger y Claudia di Girolamo. En la trama, escrita por Jorge Marchant, se planteó el tema del reencuentro de las familias tras sufrir el exilio de parte de sus integrantes (en este caso la madre, interpretada por Jael Unger), junto a los cambios que había experimentado la sociedad chilena en dictadura, como el surgimiento de las universidades privadas.

El aporte de Fuchs en el desarrollo de la teleserie chilena ha sido recogido en análisis y testimonios. “La telenovela chilena, por un lado, recoge la influencia de la radionovela y del teatro popular a través del libretista y actor Arturo Moya Grau, y por otro se desarrolla vinculada al Teatro Universitario. De hecho, Sonia Fuchs, creadora del área dramática de TVN, provino de la Es cuela de Artes de la Comunicación de la UC. Por ello, en Chile tradicionalmente se ha preferido la presencia de actores formados en las escuelas universitarias de teatro, a diferencia de otros países productores de telenovelas, donde actúan más bien modelos y cantantes”. (Fuenzalida, V. y Julio, P.; 2006).

 

SU ROL EN LAS CIENCIAS SOCIALES

Con la misma voluntad con que levantó un área dramática relevante, con todas las restricciones y censuras impuestas por la dictadura –agravadas en ciertos casos por la ignorancia en el ámbito de la TV por parte de los ejecutivos–, Fuchs desarrolló un comprometido rol en las Ciencias Sociales y los estudios acerca del Chile de los años 70 y 80. Esas inquietudes las volcó en Ceneca, Centro de Indagación y Expresión Cultural y Artística, institución de la que fue fundadora, en 1977. El propósito fundamental de Ceneca fue “reunir a una serie de profesionales –sociólogos, comunicadores, antropólogos, historiadores, animadores socioculturales y literatos– para reflexionar e investigar los procesos culturales y de la comunicación que estaban emergiendo durante los años posteriores al golpe de Estado de septiembre de 1973” (Archivo Ceneca, s.f.). En ese espacio se analizó a la sociedad, la cultura de masas, la industria cultural y el rol de la televisión en el espacio público con investigadores de gran relevancia como Carlos Catalán, María de la Luz Hurtado, Valerio Fuenzalida y Giselle Munizaga, varios de ellos convocados por Fuchs. Otra huella de su actividad, en Ceneca, es el cortometraje documental “Autogestión, testimonios sobre la dignidad”, que fue dirigido por José Caviedes, con Ricardo Larraín como asistente de dirección y Sonia Fuchs en la producción (Cine Chile, s.f.). Lamentablemente, de este trabajo solamente hay una copia en 16 milímetros.

La trayectoria de Fuchs, su perspectiva frente a la labor de la producción en teatro, y su esfuerzo por dar contenidos en un medio tan masivo como la televisión abierta merecen un reconocimiento y una puesta en valor desde lo que fue su ámbito de acción: las comunicaciones, las artes de la representación y las ciencias sociales.

PARA LEER MÁS

  • Archivos patrimoniales UC, s.f.; https://archivospatrimoniales.uc.cl/.
  • Fuchs, S.; “Algunas reflexiones sobre la producción artística y su aplicación al montaje teatral”, revista Apuntes, N° 86, julio, 1980.
  • Fuenzalida, V.; Julio, P.; Tendencias en ficción televisiva, 2006.
  • Parra, I.; Museo Violeta Parra. Catálogo exposición permanente “Violeta, humana y divina”. Octubre, 2015.
  • http://www.archivoceneca.cl/
  • Portales, D.; Los primeros 50 años de la Televisión Chilena. Santiago, Editorial independiente, 2007.